El Rey Don Juan Carlos hará una visita de trabajo a Marruecos del 3 al 5 de marzo próximos, ha anunciado el Ministerio español de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Este viaje, el primero que hará al extranjero desde que se operó la cadera en diciembre pasado, responde a una invitación del monarca Mohamed VI.

Acompañarán al jefe del Estado español en esta visita el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, así como empresarios españoles, señala en un escueto comunicado la Oficina de Información Diplomática.

En una reciente entrevista con Europa Press, el ministro marroquí de Exteriores, Saaedín el Otmani, aseguró que en el reino alauí tienen "muchas expectativas" puestas en la visita del Rey Juan Carlos, que están esperando "con mucho interés" ya que este tipo de viajes "fortalecen las relaciones bilaterales".

Será el primer viaje que efectúe el monarca español al reino alauí desde mayo de 2011, cuando se desplazó en visita privada a Marrakech, apenas seis días después del atentado contra el café Argana de la localidad turística, en el que murieron 16 personas, entre ellas varios turistas extranjeros, aunque ningún español.

Aprovechando la visita del monarca español a Rabat ambos Gobiernos trabajan en la preparación de un foro empresarial hispano marroquí.

La última cumbre bilateral celebrada entre los dos Ejecutivos en octubre pasado en Rabat puso de manifiesto la voluntad de ambos países de aparcar las tradicionales diferencias políticas como la reivindicación marroquí sobre Ceuta y Melilla para priorizar la cooperación económica y apoyarse de forma mutua ante la crisis.

Marruecos se convirtió en 2012 en el segundo mercado para España fuera de la UE --por detrás de EEUU-- gracias al crecimiento espectacular de las exportaciones, de más del 22 por ciento en el primer semestre de ese año.

El Otmani también confirmó a Europa Press la voluntad marroquí de seguir haciendo "hincapié" en aquellos asuntos en los que "urge más" colaborar con España, como el desarrollo económico, y dejar "para el futuro" algunos "expedientes delicados", sin que eso impida buscar "mecanismos para crear canales de diálogo y acercamiento de las diferentes posturas".