El Rey necesitará "entre dos y seis meses" para recuperarse totalmente de la operación de columna a la que ayer se sometió en la clínica La Milagrosa de Madrid. El jefe del Estado superó con éxito la intervención, de tres horas, y ha pasado la noche en la unidad de cuidados intensivos, con la previsión de que hoy pase a planta. El largo periodo que esta operación puede apartar al Monarca de sus obligaciones puede ser el más largo hasta ahora en su historial clínico.

El neurocirujano Manuel de la Torre, responsable de la operación, celebró lo bien que había ido la intervención aunque fue muy prudente a la hora de establecer plazos concretos. "Se tiene que ir viendo con el tiempo", declaró en una comparecencia ante la prensa, después de destacar que la recuperación "es extraordinariamente satisfactoria" en la mayoría de los casos.

De la Torre aseguró que, en un principio, el Monarca se podrá olvidar "definitivamente" de las muletas para caminar. El programa previsto es que el equipo médico le retire mañana las vías y los drenajes y, a partir del miércoles, el Rey pueda empezar a dar paseos "cortos". El periodo de hospitalización habitual es de una semana.

La rehabilitación muscular, continuó De la Torre, suele empezar al cabo de unos 20 días y será domiciliaria. El doctor no pudo concretar si el Rey necesitará una silla de ruedas para moverse en algún momento de la recuperación y añadió que dependerá del ritmo y la evolución que lleve. Esta circunstancia, la de tener que usar una silla de

ruedas, no será óbice para ejercer sus tareas como jefe del Estado, apuntaron fuentes de la Casa del Rey. De hecho, al Monarca ya se le ha podido ver ayudándose de una en la cumbre iberoamericana de Cádiz.

Ante el "trabajo duro" que le espera a Juan Carlos en las próximas semanas, según dijo el príncipe Felipe a la salida de la clínica, la Zarzuela ya ha aplazado algún viaje que tenía fijado ya en la agenda (como el de Marruecos de esta misma semana) y ha puesto un interrogante al que el Monarca tenía previsto hacer a Florida, en mayo.

La Casa del Rey decidirá qué hacer con los actos del jefe del Estado conforme vayan llegando. En unos casos, los asumirá la reina Sofía; los que se puedan aplazar, se pospondrán, y en otras ocasiones, será el Príncipe el que actúe "en representación" de su padre. No será una sustitución, insisten desde la Zarzuela. De hecho, Felipe ya asumió ese papel en mayo del 2010, tras la operación de pulmón de su padre, en la cena de gala de la Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe.

Esta es la cuarta operación del Rey en los últimos 10 meses, que han coincidido con la más grave crisis sufrida por la institución monárquica desde que asumió la jefatura del Estado. "Aquí estoy otra vez", bromeó cuando ayer, cerca de las 12 del mediodía, llegó a la clínica.