Apoyado fuertemente en dos muletas, el Rey ha presidido este sábado al mediodía en Madrid el homenaje a los caídos, que ha organizado el Ministerio de Defensa, dentro de la celebración del Día de las Fuerzas Armadas. En la celebración más austera de la última década, el monarca, al que se ha visto por primera vez fuera de su despacho después de tres meses, ha estado acompañado por la Reina y los Príncipes de Asturias.

A la ceremonia, que ha tenido lugar en la plaza de la Lealtad del centro de la capital, han asistido también los ministros de Defensa, Pedro Morenés, e Interior, Jorge Fernández Díaz, así como la cúpula militar, encabezada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante Fernando García Sánchez.

Tras el acto, el Jemad ha confirmado el anuncio realizado a primera hora de la mañana por Morenés en el sentido de que tras los últimos atentados islamistas contra militares en París y Londres, se ha pedido a todos los miembros de las Fuerzas Armadas que incrementen el nivel de autoprotección individual. "No se trata de elevar el nivel de riesgo, sino de que los militares incrementen sus niveles de autoprotección. Que estén más atentos", ha comentado el almirante a un grupo de periodistas.

El acto, breve y sencillo, ha contado con poca presencia de público, teniendo en cuenta que en este año no había desfile militar, el acto que habitualmente congrega más público. Los escasos asistentes han empezado la ceremonia con aplausos aislados, y después se han ido animando y lanzado vivas al Rey, a la Familia Real y a la Reina, que ha buscado el cariño saludando antes de entrar en el coche.

A diferencia del último acto en el Liceu de Barcelona, en el que los Príncipes fueron abucheados, o el viernes la Reina en la Feria del Libro, donde también recibió gritos en contra, este mediodía solo se han escuchados vivas y aplausos favorables a la Monarquía.

El acto de este mediodía ha sido la primera actividad oficial de Juan Carlos fuera del palacio de la Zarzuela desde que el pasado 17 de mayo presidiera la final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid en el Santiago Bernabéu. Dos semanas antes, el Rey ya había acudido al palco de este estadio para acudir a la semifinal de la Champions League entre el Real Madrid y el Borussia de Dortmund del pasado 30 de abril.

Con su uniforme de capitán general de los Ejércitos, Juan Carlos presidió un acto castrense que, tras la operación, afirmó que quería presidir, si las piernas se lo permitían. Tras el acto, los Reyes y los Príncipes comparten un almuerzo en Zarzuela, junto a los ministros de Defensa e Interior, el Jemad y los jefes de Estado Mayor de los Ejércitos de Tierra, general Jaime Domínguez Buj; del Aire, general Francisco Javier García Arnáiz, y de la Armada, almirante Jaime Muñoz Delgado, así como el director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa.

La Casa del Rey ha decidido convocar este almuerzo, dado que este año tampoco se ha organizado la tradicional recepción que el alcalde de la localidad escogida cada año ofrecía a las autoridades civiles y militares invitadas al acto. Hasta ahora, el Día de las Fuerzas Armadas se celebraba con un homenaje a los caídos y a la bandera, que tradicionalmente llegaba de manos de un paracaidista. El año pasado, en Valladolid, ya se eliminó por motivos económicos la exhibición de medios operativos con la que se completaba la celebración, también con el objetivo de ahorrar.