El rey Juan Carlos recibió ayer en audiencia a la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, del PP y, poco después, al presidente de Cataluña, Pasqual Maragall. Los dos líderes rivalizaron en solidaridad autonómica ante el Rey y libraron una escaramuza verbal a través de los medios en el exterior del palacio de la Zarzuela.

El fuego lo abrió Aguirre, que convirtió su encuentro con el Rey en una plataforma de ataque al PSOE. La presidenta madrileña destacó que había expresado a don Juan Carlos la "lealtad de todo el Gobierno madrileño a la Corona, que simboliza la unidad de la nación, y a las instituciones del Estado".

MADRID PRIMERO Dijo que también había transmitido al Monarca su voluntad de que Madrid "siga siendo la comunidad más solidaria de toda España, la que más contribuye al bienestar de las demás comunidades". Alegó que "un madrileño contribuye cuatro veces más a la solidaridad que un catalán", lo cual, dijo, lejos de perjudicar a Madrid, la ha situado "a la cabeza de la prosperidad".

Maragall replicó que le une con la presidenta madrileña una gran amistad, pero señaló que "su fuerte no son las matemáticas o la economía". "Es agradable, simpática y buena amiga, pero creo que esos números no están muy al día", dijo.

Maragall se mostró más discreto y contenido que Aguirre. A la pregunta de si había visto preocupado al Monarca por sus reivindicaciones, respondió con un lacónico: "No". Pese a conocer la oposición frontal de Aznar a su proyecto, señaló con cierta ironía que cuando se reúna con José María Aznar, a quien ayer mismo pidió cita, podrá juzgar si el presidente comparte la actitud del Monarca.