Tras una agitada mañana, con los tensos cara a cara con Mariano Rajoy y Pablo Iglesias, Pedro Sánchez ha hallado la paz y el confort en el hombro de Albert Rivera, su, de momento, único socio. El segundo exponente de la llamada nueva política, como Iglesias, debutó en las lides parlamentarias en el Congreso apelando, de nuevo, al espíritu de la transición. Y, además, ha actuado como fiel escudero del socialista con ataques a PP y Podemos, singularmente al presidente en funciones Rajoy, al que le ha dicho que su tiempo se había acabado.

La intervención ha tenido su parte de defensa prográmatica del pacto alcanzado con el PSOE. Y como derivada a esta, un ataque a los ‘enemigos’ de Sánchez. Al PP, a cuenta de las medidas de control del fraude fiscal: “Queremos que el fraude no sea asumida por el ministro de Hacienda. Y que no vuelva a pasar que los Bárcenas,Rato y Pujol se acojan a este tipo de medidas”. A Rajoy le ha dicho que por qué debía creer que, ahora, iba a emprender todas las reformas por las que aboga Ciudadanos, singularmente en materia de transparencia y corrupción, cuando no lo ha hecho cuando podía. “Se ha acabado una época”, ha sentenciado, “usted no cree en estas reformas, no es creíble y no puede encabezar este nuevoproyecto”. "No es tiempo de pereza, es tiempo de acción".

Tanto ha sido así que, en un gesto inédito, Rajoy ha tomado la palabra, en un turno supuestamente de alusiones, para recordarle a Rivera que el "PP no ha ganado unas elecciones para hacer presidente a Sánchez". Todo ello entre la molestia visible del presidente del Congreso, Patxi López, que se vio burlado por el presidente del Gobierno en funciones.

Pese al malestar de Rajoy, en su réplica Rivera se ha mostrado aún más duro con el presidente en funciones, le ha reclamado que pida "perdón" por haber subido, en contra de sus promesas electorales, los impuestos, le ha recriminado sus "pactos del Majestic" con CiU y sobre todo ha le ha recriminado los "cestos podridos" y las "bandas organizadas" que, en su opinión, caracterizan a un PP "corroído" por la corrupción. "Si España tiene que impulsar un pacto por la corrupción, ¿alguien cree que Rajoy va a ser el azote? No puede serlo porque no ha limpiado su casa, cómo va a limpiar España", ha considerado.

Por todo ello, ha pedido al PP que "reflexione, limpien y seregenere". Es decir, ha invitado al partido conservador a pasar página de Rajoy y buscar un nuevo liderazgo que sí acepte sumarse al acuerdo a dos con el PSOE.

MENSAJE A IGLESIAS

También tuvo Rivera un recuerdo para Podemos: presumió del currículo de su asesor en economía, Luis Garicano, profesor de laLondon School of Economics frente a las tendencias boliviaranas del homólogo podemista, Javier Monedero. Y directamente a Iglesias le recordó sus palabras de apoyo a Arnaldo Otegi.

De igual modo que Ciudadanos ha trabajado, siempre, sus eslóganes de campaña en positivo, la intervención de Rivera ha tratado de ‘vender’ ilusión, más tras el tenso rifirrafe entre Sánchez e Iglesias y el primero y Rajoy. “Yo he venido a hablar sin gritos, sin insultos, sin lecciones morales. Tenemos que rehacer el proyecto español. Pongámonos las pilas y abramos una nueva etapa democrática para renovar el proyecto común”. Y ha sentenciado: “Como en la transición, aquí no debe haber ni vencedores ni vencidos”.

DE SUÁREZ Y CARRILLO

Tras invocar explícitamente la figura de Adolfo Suárez (otra de sus constantes) e implícitamente a Santiago Carrillo (“los que llegaron del exilio”), Rivera ha apelado al diálogo y al pacto. “Vienen malos tiempos para los que no quieran negociar” ha señalado tras recordar que en hasta 21 países de la los 28 de la UE hay gobiernos de coalición. Y en siete de ellos, lo componen un partido de centro y uno de izquierda. “Como Ciudadanos y el PSOE”.

No ha dudado el líder catalán en ponerse a él mismo como ejemplo cuando ha dicho que podía haber antepuesto las diferencias que le separan del PSOE a lo que comparten. Y ha exigido al resto que actúen de igual modo: “Piensen menos en la silla y más en los españoles, ellos son los jefes y nos pagan el sueldo”.

Una intervención plagada de frases que parecían sacadas de manuales de 'coaching' ("yo soy optimista porque lo contrario no sirve de nada") que ha tenido su golpe de efecto cuando ha hablado en catalán, sin ser llamado al orden ni ser abucheado, para presumir de suespañolidad catalana o catalanidad española, Rivera ha afirmado que los catalanes siempre han participado de la gobernabilidad española y se han comprometido con la reforma del Estado.

Asimismo, en castellano, ha ratificado su compromiso con la Constitución y ha aseverado, ante las críticas del PP por permitir en su pacto con el PSOE la celebración de un referéndum encubierto, que Ciudadanos nunca va a permitir la celebración de una consulta en Cataluña o una declaración uniliateral de independencia "porque la mayoría de los españoles" no están de acuerdo con el derecho de autodeterminación.