La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha tenido que aclarar a Marruecos que España mantiene su posición sobre el Sáhara tras una llamada de su homólogo marroquí a raíz de una reunión mantenida el viernes por Nacho Álvarez, número dos del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, con una representante del Frente Polisario. Iglesias evitó ayer abrir otro foco de tensión en el Gobierno y aseguró que la cita la organizó la ONCE y solo tenía como objetivo tratar una colaboración con personas invidentes, explicaciones que Exteriores aceptó.

En concreto, Álvarez, secretario de Estado de Asuntos Sociales, se reunió el viernes con Suilma Hay Emhamed Salem, responsable de Asuntos Sociales de la República Árabe Saharaui Democrática, territorio que España no reconoce. La llamada se produjo después de que Álvarez informase de ese encuentro en las redes sociales y se refiriese a su interlocutora como «ministra», término que provocó la susceptibilidad de las autoridades marroquíes. «La posición de España sobre Sáhara Occidental no ha cambiado, es política de Estado», aseguró González Laya a su homólogo marroquí.

La representante del Frente Polisario llegó a España invitada por la ONCE dentro de su programa de apoyo a la discapacidad en los campamentos saharauis de Tinduf (sede del independentista Frente Polisario).

Según fuentes de Asuntos Sociales, la cita no tuvo ningún trasfondo político y no se expresó apoyo alguno a la causa saharaui. «La posición de España respecto al Sáhara está determinada por el Ministerio de Exteriores», asumió Iglesias en una entrevista en TVE y en la cadena SER.

España no reconoce la República Árabe Saharaui Democrática y apoya los esfuerzos del secretario general de Naciones Unidas para alcanzar una solución pacífica en el marco de resoluciones del Consejo de Seguridad de a ONU, según trasladó la ministra.