José Luis Rodríguez Zapatero dio ayer por cerrada la etapa de "oposición útil" del PSOE, en referencia a la disponibilidad a firmar pactos de Estado con el Ejecutivo del Partido Popular. El secretario general de los socialistas prometió impulsar en adelante el "cambio responsable" de un Gobierno que tachó de "caduco", "agotado" y "sin ideas". "Las viejas certezas ya no sirven para escribir un nuevo capítulo de nuestra historia colectiva", sentenció el líder socialista.

En un acto organizado para impulsar la elaboración del programa electoral de las próximas legislativas, Zapatero justificó "por responsabilidad" estos tres años de "oposición útil", y lamentó que el Gobierno de José María Aznar no haya respondido con la misma "altura de miras". Tras el "primer cambio", pilotado por Felipe González, el máximo dirigente del PSOE prometió impulsar "un nuevo proceso de modernización" de España. "Queremos ganar las próximas elecciones y haremos lo posible para merecerlo", dijo.

Frente al "viejo centralismo", Rodríguez Zapatero invocó el empuje de la España "plural e innovadora". Definió la oferta programática del PSOE como un proyecto "distinto" a plasmar con un "cambio sereno". Anticipándose a las previsibles críticas del PP, el secretario general socialista apuntó que el PSOE ha mirado "con lupa" la viabilidad económica del programa.

Zapatero adelantó que el programa socialista será "innovador" y apostará por mejorar la sociedad del bienestar y la democracia en España. En su elaboración participan unas 700 personas --muchas de ellas independientes-- distribuidas en 74 grupos de trabajo.

IRONIA EN EL PP El coordinador de Comunicación del PP, Rafael Hernando, se mostró ayer "alegre" de que Zapatero "declare el fin de su oposición inútil". Hernando presagió que el PSOE no va a lograr crear "una alternativa" y aseguró que viendo las ofertas electorales de los socialistas Pasqual Maragall y Rafael Simancas, las que haga el líder socialista "concluirán con el lema de todo a cien".