Por obligación, no por devoción. Así pondrá el alcalde de Bilbao, el peneuvista Iñaki Azkuna, la bandera española en el edificio consistorial después de que la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco haya acordado que el ayuntamiento bilbaíno está obligado a cumplir la ley de banderas. La sentencia no admite recurso y Azkuna reconoció ayer que está obligado a acatarla.

El ayuntamiento deberá reponer los mástiles que retiró hace unos meses. De hecho, las banderas --española, vasca, la de Bilbao y la europea-- solo ondeaban durante minutos en el día grande de las fiestas de agosto, según un acuerdo que adoptó el pleno.

Azkuna confesó su disgusto por la decisión judicial y se manifestó convencido de que "todas" las banderas generan "confrontación".