La crisis interna de IU se recrudece estos días con la confesión de una de sus líderes de mayor peso, la cordobesa Rosa Aguilar, la única alcaldesa de capital que la coalición tiene en España y cuyo nombre siempre entra en las quinielas para alzarse con el cargo de coordinadora general.

Aguilar ha reconocido que en las elecciones legislativas del pasado 9 de marzo votó a una senadora del PSOE por Córdoba, y también que hace un año se dio de baja voluntariamente del PCE. La dirección de Izquierda Unida en Córdoba ya le ha recriminado su actitud, ya que ocupa un puesto de responsabilidad en la institucional federal.

La alcaldesa de Córdoba ha mantenido no pocos enfrentamientos con su partido desde 1999. También sonados han sido sus coqueteos con el PSOE, con quien gobierna en coalición, que se han concretado con el voto que dio a la senadora del PSOE Maribel Flores porque, dijo, tiene "confianza en ella".

Además, dejó de pagar las cuotas de su partido hace cinco años, según fuentes de la organización. En una entrevista al diario Córdoba, reconocía que, no obstante, sigue perteneciendo al "colectivo amplísimo de IU", al que quiere aportar su "opinión" y "proyecto político".