El expresidente del Barça, Sandro Rosell, ha atribuido este martes a un “chantaje” la querella presentada contra él por el presidente del grupo Mediapro, Jaume Roures, como responsable de haber participado en la intervención de su correo personal durante tres años (2008-2010). El exmandatario blaugrana ha declarado hoy como investigado (antes imputado) ante la jueza que instruye la qurella.

Rosell, según las fuentes jurídicas consultadas por este diario, ha explicado durante el interrogatorio que en diciembre del 2011 Roures le presionó para que el Barça le prorrogara los derechos televisivos. En esa reunión, el presidente de Mediapro, según su versión, le amenazó con presentar la querella contra él por el supuesto espionaje que, al final, fue presentada el pasado mes de febrero..

El expresidente ha negado el fondo de las acusaciones y ha asegurado que nunca solicitó a un informático que espiara el correo electrónico de Roures y le pasar los emails. En el mismo sentido ha declarado el actual cargo de Barça, Juan Carles Reventós, que también ha comparecido como investigado. El informático que supuestamente realizó el espionaje ha desmentido, asimismo, que espiara los correos electrónicos de Roures, mientras su abogada ha presentado un escrito en el juzgado en el que se solicita que no se tenga en cuenta como prueba una teórica confesión que habría efectuado ante dos reconocidos abogados de Barcelona. Según la letrada, esta confesión, que es la transcripción de una grabación de audio, es nula porque se hizo bajo "coacción" y sin garantías. Además, no se ha aportado la grabación.