El barco "Marine I", en el que viajan casi 400 inmigrantes, se dirige ya al puerto mauritano de Nuadibú, después de que este mediodía se alcanzara un acuerdo definitivo entre los gobiernos de España y Mauritania para que el carguero sea remolcado a la costa africana. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una rueda de prensa en la que presentó una campaña de tráfico, explicó que el consenso se firmó finalmente a las 12.00 horas, tras las intensas gestiones efectuadas por el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León.

Aunque la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, anunció después del Consejo de Ministros de ayer que ya se había llegado a un acuerdo con Mauritania para remolcar el "Marine I", el carguero ha permanecido casi un día más fondeado a unas quince millas de la costa.

Pérez Rubalcaba confirmó que el pacto se logró ayer, pero admitió que, cuando se iba a firmar, las autoridades mauritanas adujeron algunos requisitos más para permitir la entrada del buque en el puerto, unos escollos que finalmente se solventaron hoy.

A su llegada a Nuadibú, los inmigrantes que están enfermos serán atendidos en Mauritania, mientras que, del resto, algunos serán repatriados directamente a sus países de origen desde territorio mauritano y otros lo serán a través de España, especificó Pérez Rubalcaba.

Según el ministro del Interior, el Gobierno ha actuado en este caso bajo tres criterios fundamentales: el humanitario, la aplicación del Derecho internacional y la defensa de los intereses españoles.

El barco, que se averió el pasado domingo cuando se dirigía hacia las Islas Canarias, se encontraba fondeado en alta mar, a unas quince millas de Mauritania, con 372 personas de origen asiático y africano, que llevan a bordo dos meses, según la información de la que dispone Cruz Roja.