El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha calificado hoy de "auténtica insidia" las informaciones que apuntaron ayer a que el Ejecutivo había contactado con algún magistrado del Tribunal Constitucional (TC) para influir en la decisión sobre Bildu. Así se ha pronunciado Rubalcaba en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, en la que ha hecho un "desmentido rotundo" de estas supuestas presiones al TC. "No es un rumor, es una auténtica insidia. Rumor es un calificativo benévolo", ha subrayado. Tras expresar su respeto a la decisión del TC de permitir a Bildu presentarse a las elecciones, Rubalcaba ha afirmado que en todo el proceso judicial, el Gobierno ha aplicado con "firmeza" los instrumentos del Estado de derecho que, ha asegurado, serán los que llevarán a conseguir el fin de ETA. "Hemos llegado hasta aquí de la mano del Estado de derecho aplicando sus instrumentos con firmeza", ha insistido el vicepresidente, que ha hecho hincapié en que "de la mano del Estado de derecho acabaremos con ETA". El vicepresidente ha destacado que lo que "diferencia" a los demócratas de quienes no lo son es el acatamiento a las resoluciones judiciales, una superioridad del Estado de derecho que defenderá "con uñas y dientes". Ha restado importancia al hecho de que el TC no haya coincido con la sentencia previa del Tribunal Supremo que anulaba las listas de Bildu y ha recordado que no es la primera vez que esto sucede, tal y como ocurrió en 2009 con la candidatura de Iniciativa Internacionalista a las elecciones europeas y que finalmente pudo concurrir a estos comicios. "Este es el funcionamiento normal del Estado de derecho", ha reiterado el vicepresidente, que ha añadido que un tribunal "puede decir una cosa y el superior otra", "nos guste más o menos". Preguntado por la solicitud del PP para que el Gobierno se mantenga vigilante y no descarte una futura impugnación de Bildu en aplicación de la vigente Ley Electoral, Rubalcaba ha recordado que fue precisamente el Gobierno quien impulsó la reforma de la ley para que se pudiera ilegalizar una formación política, incluso durante la campaña electoral. No obstante, el ministro del Interior ha dejado claro que el Tribunal Constitucional es "el final del proceso" y es el que tiene "la última palabra". Ha apelado a la unidad de todas las fuerzas políticas, y en especial del PP, y ha dicho que en estos momentos, aunque tengan "sentimientos y sensaciones distintas", es importante que los demócratas "hagan piña" en la defensa del Estado de derecho.