No ha sido sencillo el debate de este miércoles para Alfredo Pérez Rubalcaba. El líder del PSOE está convencido de que España necesita un "gran pacto" (entre el Gobierno, los partidos, las autonomías, los empresarios y los sindicatos) para salir de la crisis, y ha llegado al Congreso con su plan de reactivación económica ya trazado. Pero nada más comenzar, ha visto cómo Mariano Rajoy ninguneaba su oferta y tachaba sus iniciativas de mera improvisación. Pese a la actitud del presidente del Gobierno, el jefe de la oposición ha perseverado en su mano tendida, durante un discurso largo, expresado en el tono adecuado (firme, pero dialogante), pero algo disperso."Deberíamos salir de esta cámara diciendo que estamos dispuestos a hacer esfuerzos conjuntos. Nosotros tenemos esa voluntad, pero se nos gustaría que se nos escuchara. Acuerdo no puede ser una adhesión completa a sus políticas", ha señalado el secretario general del PSOE. Al final de su intervención ha vuelto a insistir: "Yo veo una España asustada, veo a unos españoles con miedo, sin futuro. Veo una situación dramática. Es importante que hagamos acuerdos. Tenemos que hacer un gran esfuerzo para ver cómo salimos. Creo que hay que intentar un gran acuerdo nacional".

Pero Rajoy no ha atendido la llamada de Rubalcaba. Aun así, en la breve réplica, el jefe de la oposición ha reafirmado su oferta. "Usted ha dicho que los pactos hay que ganárselos. Oiga, oiga.... los pactos son buenos para el país. Creo que merece la pena intentar un acuerdo amplio", le ha dicho al jefe del Ejecutivo.

La austeridad y la "ruina"

Antes de eso, Rubalcaba ha exigido a Rajoy que revierta los recortes educativos y sanitarios, porque son "injustos" e impiden salir de la crisis, ha desgranado las medidas más importantes de su plan y ha recordado que los nuevos objetivos de déficit que han llegado de Bruselas no son un reconocimiento a las medidas del Gobierno, sino la constatación de una política de austeridad equivocada. "Nos han cambiado los objetivos de déficit porque nos están llevando a la ruina. También se los han cambiado a Francia y Holanda", ha explicado el líder socialista.

Entre las iniciativas planteadas, el jefe de la oposición se ha detenido básicamente en dos. Por un lado, en la moratoria de los despidos por causas económicas para que las empresas opten por reducciones de jornada, donde el Estado pagaría una parte del puesto de trabajo salvado. Por otro, en que 30.000 millones de euros de los 100.000 millones que la UE puso a disposición de España para salvar a la banca (quedan 60.000 sin utilizar) se dirijan a las familias en apuro y a las pequeñas y medianas empresas.

Las propuestas suponen para Rajoy una vuelta a las recetas de José Luis Rodríguez Zapatero, pese a que este, con Rubalcaba de vicepresidente, nunca planteó medidas de este tipo. Molesto por las menciones del jefe del Ejecutivo a la herencia recibida, el líder del PSOE le ha acusado de actuar como si "siguiese estando en la oposición" y le ha aclarado que sus recetas no son las "de Zapatero ni las de Rajoy". Son, ha concluido, "las de Rubalcaba".