Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba han tenido este miércoles, durante la sesión de control al Gobierno, un intercambio menos bronco que otras veces. Al menos en las formas. El líder socialista ha recogido los últimos informes de la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que dejan en mal lugar a España, y ha reclamado un cambio de política económica que no se base tanto en la austeridad a ultranza como el crecimiento. El presidente del Gobierno le ha negado al secretario general del PSOE legitimidad para hacer recomendaciones, ya que fueron las recetas del anterior Ejecutivo, ha dicho, las que dejaron la economía española en estado de coma.

"Sus ministros han hablado este fin de semana a abaratamiento del despido, a impuestos¿ Ojo con el sistema de pensiones. ¿Las van a bajar? El FMI echó ayer un jarro de agua fría a sus previsiones, que eran ya de por sí sombrías. Acabará la legislatura y habrá menos empleo. Cambie su política económica, porque la actual conduce a la recesión y el sufrimiento. ¿Cuántos diagnósticos más hacen falta para que se den cuenta de que la medicina que le están dando al enfermo le está matando?", le ha preguntado Rubalcaba.

La respuesta de Rajoy, que ha recordado que el próximo 26 de abril el Consejo de Ministros aprobará un nuevo plan de reformas estructurales, ha sido expeditiva. "La medicina que mató a la economía española fue la que le aplicaron ustedes", le ha dicho al líder de la oposición.

La transparencia

Antes de eso, Rajoy y Rosa Díez han tenido palabras duras, como viene siendo habitual entre ellos. La líder de UPD se ha basado en las escasas explicaciones y ruedas de prensa del jefe del Ejecutivo, así como sus últimas reuniones secretas (con el president Artur Mas y con el lendakari Iñigo Urkullu) para concluir que la "actitud" de Rajoy es de "desprecio a esta cámara y al conjunto de los ciudadanos". El presidente se ha vuelto a defender atacando. "El sosiego y la tranquilidad son buenos consejeros. No lo son tanto el exhibicionismo y la notoriedad", le ha dicho a Díez.