El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, situó ayer la consecución de la paz como el principal reto del Gobierno hasta el final de la legislatura, junto con la aprobación y aplicación de la ley de dependencia. En un mitin en Valladolid ante 650 militantes socialistas, y dentro de la campaña explicativa de los dos años de gobierno, Rubalcaba manifestó que si el proceso de paz está "cada día más cerca", se debe a la firmeza de los demócratas, que han perseverado en sus valores y convicciones. Y señaló que el Gobierno "tratará de convertir la esperanza de paz en realidad" durante los dos años que restan de legislatura.

BONDAD DEL PP Para lograr el objetivo de que ETA desaparezca, Rubalcaba estimó necesario actuar "con firmeza, generosidad, unidad y teniendo presente la memoria de las víctimas, que son las que han pagado el zarpazo del terrorismo". El ministro evitó referirse al proceso de verificación de la voluntad de la banda de abandonar las armas y reconoció que el líder del PP, Mariano Rajoy, "está siendo bueno" en materia antiterrorista.

Rubalcaba, que se ha prometido a sí mismo "morderse la lengua" sobre el proceso de paz, dedicó el resto de su intervención a glosar las realizaciones del Ejecutivo y descalificar el comportamiento del PP en otras materias. "Se les nota que no saben por dónde entrar, y se van achicando como en el fútbol, con cada vez menos espacio; se radicalizan, se van a la derecha, se convierten en intolerantes" y, como "además tienen mucha prisa, derrapan en las curvas".

Para el dirigente socialista, el PP "no va a ningún sitio con su política radical, subiendo el diapasón, enfadándose o gritando, porque cada vez resulta menos creíble" con acusaciones de que el Gobierno iba a romper la familia, destrozar la escuela, romper España y de que el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, "es un peligro".

Rubalcaba lamentó el "tufo a catalanofobia" de la recogida de firmas del PP contra el Estatuto para pedir un referendo en toda España, deploró la oposición a la reforma del Estatuto andaluz y, tras asegurar que "nadie se cree que se rompa España", y subrayar que el PP ha querido "meter miedo a la gente", acabó augurando que en unos años dirán que fueron ellos "los padres de las reformas".