En el antepenúltimo mitin del último día de campaña, una señora ha interrumpido en Punta Umbría (Huelva) a Alfredo Pérez Rubalcaba.

--"¡Confiamos en ti!", le ha dicho.

--"Ya sé que tú confías en mí, lo que trato de decirte es que convenzas a otros para que también confíen en mí", ha contestado el candidato socialista.

Le queda muy poco tiempo. Desde las dos y media de la tarde de este viernes, hora en la que ha finalizado el acto, hasta la apertura de los colegios electorales el próximo domingo, menos de 48 ahoras. "Os pedimos un último esfuerzo. Hay muchos que todavía hoy se lo están pensando", ha señalado en referencia a los indecisos, la mayor parte exvotantes del PSOE que este partido apenas ha logrado movilizar. En los mítines que quedan --por la tarde en Jerez de la Frontera y por la noche en Fuenlabrada-- el mensaje central de Rubalcaba consistirá, como ha consistido en Huelva, en alertar sobre los riesgos de que el PP, en un momento como este, se haga con prácticamente todo el poder: el municipal, el autonómico y, muy probablemente ahora, el central.

"Solo hay un partido que puede parar el poder absoluto de la derecha. Solo uno: el PSOE. Si la derecha tiene el poder absoluto, recortará absolutamente", ha dicho Rubalcaba, que ha tenido un recuerdo a un episodio casi paranormal de la campaña del 2008: la niña de Mariano Rajoy, esa figura retórica en la que el candidato popular ejemplificaba el futuro de España y a la que dedicaba todos sus esfuerzos electorales.

Rubalcaba ha vuelto a acusar a su adversario de aprovecharse de la crisis para llegar al poder tras siete años en la oposición. "Cómo es Rajoy --ha explicado--. Hace cuatro años intentó llegar a la Moncloa de la mano de una niña, y ahora intenta hacerlo de la mano de una prima". La de riesgo.