El magistrado progresista Pascual Sala fue elegido ayer nuevo presidente del Tribunal Constitucional y el abogado Eugenio Gay, vicepresidente de esta institución. Sala expresó su alegría por este nombramiento y se comprometió a "satisfacer las necesidades de la institución y a llevarla a flote".

El nuevo presidente, el primer juez que preside esta institución en sus 30 años de historia, fue elegido en segunda votación y obtuvo seis votos a favor, cuatro en blanco y uno que fue a parar, por error, al conservador Ramón Rodríguez Arribas. Fuentes del alto tribunal informaron de que Sala logró el apoyo de los jueces que integran el bloque progresista, excepto el de Manuel Aragón, que prefirió votar en blanco junto a tres jueces conservadores.

El nuevo presidente celebró que ninguno de sus colegas hubiera votado en contra de su nombramiento. Tras expresar su alegría, dijo que asume el cargo "como un gran reto". Y subrayó la "enorme responsabilidad" que conlleva el cargo.

Sala se encuentra con un tribunal con una carga de trabajo que se ha reducido considerablemente tras el paso de María Emilia Casas por la presidencia de esta institución. El pleno que ahora preside Sala tiene pendientes unos 400 asuntos, cuando en la etapa de Casas se acumulaban más de 700 casos. Entre ellos destacan los recursos del PP contra el matrimonio homosexual y la ley del aborto.

Sin embargo, las primeras deliberaciones que presida Sala serán para decidir si suspenden o no las consultas populares en Cataluña, como ha pedido el Gobierno, y la cuestión de inconstitucionalidad planteada por la Audiencia Nacional contra el tijeretazo de los empleados de la Casa de la Moneda. También debe resolver el recurso de Juan María Atutxa contra la decisión del Supremo de condenarle por desobediencia.

Tras esta elección, el pleno eligió a Eugenio Gay como vicepresidente por seis votos a favor y cinco en blanco. El nuevo vicepresidente está en funciones, al igual que Elisa Pérez Vera y Javier Delgado, desde el pasado mes de noviembre.