La vicepresidenta económica, Elena Salgado, no se amilanó ayer en su estreno en el cargo durante la sesión de control en el Senado. Con voz firme, aunque leyendo la respuesta, Salgado reprochó al senador del PP, Javier Arenas, que quisiera lanzar una pulla al vicepresidente tercero, Manuel Chaves, para "consolarse por sus tres derrotas electorales" en Andalucía. Fue Salgado y no Chaves quien contestó la pregunta de Arenas sobre financiación autonómica. La réplica de Salgado obtuvo fuertes aplausos de la bancada socialista, mientras que de las filas del PP se pudo oír un claro "¡qué flojita!".

Salgado no tenía ayer grandes medidas que anunciar ni una gestión que defender. Se limitó a mostrar que no está dispuesta a ser un objeto de erosión fácil para el PP. Admitió que algunas políticas del Gobierno para combatir la crisis no habían surtido efecto y reclamó la colaboración de los grupos parlamentarios.

Aparte de Salgado, de los nuevos ministros solo se estrenó la titular de Sanidad, Trinidad Jiménez, para contestar una pregunta sobre el gasto farmacéutico. Chaves y Blanco no acudieron, al tener potestad el Gobierno para designar a los ministros que responden las cuestiones.