La presidenta del PP vasco, María San Gil, afirmó ayer que el Estatuto catalán "tiene mucho que ver" con la reunión mantenida el año pasado por Josep Lluís Carod-Rovira con miembros de la banda terrorista ETA, ya que la tregua decretada en Cataluña tenía como condición que el líder de ERC iniciase allí "la desvertebración de España que estaba pasando en el País Vasco".

La líder popular subrayó que la reforma estatutaria aprobada por el Parlamento catalán recoge "las exigencias nacionalistas llevadas a grado sumo", colocando "una barrera entre los catalanes y el resto de españoles". "Esto no es sin más una reforma del Estatut, es una nueva Constitución para una comunidad autónoma que forma parte de España y que quiere desligarse, tener una relación bilateral, una financiación propia y que se quiere llamar nación", apuntó.

San Gil señaló que tanto en este proyecto como en el plan Ibarretxe se ha ido contra tres conceptos sin los cuales "los pilares de la democracia se tambalean", como son la lealtad, la igualdad y la solidaridad. En este sentido, destacó que "no se puede pretender que haya gente que, viviendo en el mismo país, sean superiores unos a otros".

DEFENSA San Gil rechazó que el PP esté creando "alarmas" con su oposición al proyecto y dijo que el PP está "respondiendo a una demanda social que existe".

"Los ataques frontales al conjunto de España vienen mejor si son desde el País Vasco y Cataluña, y todavía mucho mejor si en el Gobierno tenemos a alguien que presenta la suma debilidad que está representando Zapatero", lamentó.