Los ataques del PSOE a Podemos, continuos en esta campaña ante unas encuestas que pronostican el ‘sorpasso’ del segundo partido, pueden dividirse en tres tipos. El recuerdo a que Pablo Iglesias permitió, al votar contra la investidura de Pedro Sánchez, que Mariano Rajoy continuara en la Moncloa. La insistencia en que la formación morada defiende el “derecho de autodeterminación” de las autonomías. Y el retrato de su líder como un dirigente con tendencia al transformismo, que altera su posición según le convenga, un mensaje en el que se volcaron este jueves tanto Sánchez como la presidenta de Andalucía, Susana Díaz.

Desde Galicia, donde los socialistas ya ocuparon el tercer lugar, por detrás del PP y Podemos, en las elecciones generales del pasado 20 de diciembre, el candidato atacó a Iglesias por su presunta falta de ideología. “Hay que dar una lección a los que convirtieron la política en mercadotecnia”, señaló Sánchez en Pontevedra, en referencia a la reciente publicación del programa del partido morado en un formato idéntico a los catálogos de Ikea. “Pese a que no la usa, Iglesias cambia mucho de chaqueta”, insistió el líder del PSOE, para quien su adversario puede ser “comunista, anticapitalista o socialdemócrata”.

ZAPATERO Y LA HACIENDA CATALANA

Pocas horas antes, Iglesias había señalado, durante una entrevista en la Ser, que consulta habitualmente a José Luis Rodríguez Zapatero, quien se encuentra distanciado de Sánchez, cuando “tiene dudas” sobre asuntos relevantes. “Le tengo mucha admiración. Creo que es el mejor presidente de la democracia”, dijo el líder de Podemos, en un juicio que fue aprovechado por Díaz, desde Andújar (Jaén), para volver a atacarle con ironía.

“Bienvenido. Es el mismo Iglesias que decía que Zapatero era el del artículo 135 [de la Constitución], que se había vendido a la ‘troika’ y que era el responsable de todos los males. Hoy lo reivindica. Solo le queda afiliarse al PSOE”, señaló la presidenta de la Junta, que también volvió a mirar a Catalunya, una fijación que a menudo coloca al PSC en una incómoda posición. Esta vez Díaz acusó a En Comú Podem de “quebrar el corazón de la igualdad de oportunidades” con su propuesta de una hacienda catalana.