Pedro Sánchez confía en que los líderes de la Unión Europea logren hoy cerrar un acuerdo de "envergadura" sobre el plan de recuperación de la pandemia que, desde el viernes, están negociando los Veintisiete. De esa manera, ha afirmado el presidente del Gobierno a su llegada a la reunión, podrán enviar un mensaje de tranquilidad a los mercados, al sector productivo y a los ciudadanos europeos.

El presidente del Gobierno, que ha estado esquivo con la prensa y esta es la segunda vez que ha hablado públicamente desde que llegó a Bruselas, cree que España está manteniendo una actitud de "diálogo activo, empatía, responsabilidad y determinación" para poder cerrar un acuerdo. Esta cumbre puede llegar a superar a la que, hasta ahora, había sido la más larga de la historia europea, la de Niza del 2000.

Después de una madrugada de intensas negociaciones, los jefes de Estado y de Gobierno fueron incapaces de conseguir un pacto y, cuando se fueron a sus hoteles, cerca de las seis de la mañana, se citaron para esta tarde a las cuatro. El pacto está bloqueado por la oposición de los países conocidos como "frugales" (Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia), a los que respalda Finlandia, que quieren que el monto de 500.000 millones de euros propuesto por la Comisión Europea para subsidios se recorte. Una propuesta que está sobre la mesa es que se reduzca hasta los 390.000 millones.

Sánchez, no obstante, ha evitado subrayar esas diferencias y se ha limitado a recordar que España apoya la propuesta y que no cree que haya países "más o menos europeístas", aunque sí ha apostado por un ejercicio de "diálogo y escucha" para acercar posiciones con los socios "menos receptivos" a que gran parte del fondo de recuperación se base en transferencias.