Pedro Sánchez ha pasado a la siguiente fase de su estrategia para llegar a la Moncloa. Suscrito el acuerdo con Ciudadanos, el candidato socialista se concentra ahora en intentar atraer a Podemos para que se sume al pacto, o al menos se abstenga. Minutos después de formar su alianza con Albert Rivera, líder del partido naranja, Sánchez ha pedido este miércoles a Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, que se sume a un pacto que, según ha dicho, es “de izquierdas”.

“Si hay quien piensa que este acuerdo no es de izquierdas, que me diga dónde”, ha dicho el secretario general de los socialistas. La frase iba dirigida a Podemos, al igual que la siguiente que ha pronunciado. “Y otra cosa: quien se presenta es el candidato del PSOE”, ha añadido durante una breve comparecencia repleta de apelaciones a “sumar”, a “pactar” y a “cambiar”.

EL CALENDARIO

Las dos primeras sesiones de investidura tendrán lugar la semana que viene. Si Sánchez fracasa, se abrirá un periodo de dos meses hasta la convocatoria de elecciones. Cualquier candidato puede intentar llegar a la Moncloa si es propuesto por el Rey. También Sánchez. Fuentes socialistas ven complicado que Podemos cambie su rechazo a la alianza entre el PSOE y Ciudadanos antes del 5 de marzo, día en el que se producirá la segunda votación al candidato del PSOE, para la que se requiere mayoría simple. Pero no descartan que a medio plazo puedan llegar a un entendimiento. La alianza con Ciudadanos, en este sentido, "no tiene fecha de caducidad".

“Cambiar no es hablar de sillones y después de soluciones. Cambiar es abandonar el verbo vetar y abrazar el verbo acordar”, ha señalado Sánchez. “Recorremos el camino con enorme generosidad. Hemos cedido para que ganen los españoles. Hay cosas que pertenecen a Ciudadanos y otras que pertenecen al PSOE”, ha continuado el candidato, en referencia a un pacto que se extiende durante 66 páginas para desarrollar 200 reformas: desde la variación en la tipología de los contratos hasta la renegociación del calendario del déficit con Bruselas, pasando por la transformación odesaparición del Senado.

“El acuerdo es abierto. No excluye, tiende la mano a izquierda y derecha”, ha concluido Sánchez, que el sábado someterá el acuerdo (así como a otros que puede llegar en este tiempo, algo que se vislumbra difícil) a la votación de la militancia. Nadie en el partido aprecia un riesgo de que las bases socialistas tumben una alianza que, para salir adelante, necesita de la participación bien del PP, bien de Podemos.