Casi todo está en el aire. Los apoyos que tendrá el Gobierno, si es que los llega a tener, para los Presupuestos Generales del Estado. El contenido de las cuentas públicas. Y qué medidas se priorizarán y cuáles se aparcarán entre las incluidas en el pacto de coalición que firmaron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias el pasado noviembre, antes de la pandemia del coronavirus, cuando la situación de España era completamente distinta. El Ejecutivo, de momento, deja las puertas abiertas, jugando a la equidistancia entre izquierda y derecha, subrayando que lo importante es la «unidad», las iniciativas en sí mismas y no quiénes las propone, y advirtiendo de que lo acordado entre el PSOE y Unidas Podemos tiene que «adaptarse a las circunstancias del momento».

Aunque la Moncloa intenta elevarse sobre los vetos entre las distintas fuerzas políticas, el mensaje no termina de calar. Todavía queda mucho para los Presupuestos, que en principio se presentarán a finales de septiembre, pero la suma que propone la parte socialista del Gobierno, que incluiría tanto a ERC como a Cs, parece muy difícil.

UNOS U OTROS / El partido de Iglesias pide priorizar a los grupos que permitieron la investidura de Sánchez (como los republicanos, el PNV, Más País y Compromís) frente a los liberales, que desde que estalló la crisis sanitaria han llegado a numerosos acuerdos con el Ejecutivo sobre el estado de alarma y la llamada «nueva normalidad». La formación de Inés Arrimadas asegura que nunca apoyará unas cuentas públicas que incluyan las iniciativas «surrealistas» de los morados. Y ERC insiste en que jamás estará en ningún proyecto que incluya a Cs. Su portavoz parlamentario, Gabriel Rufián, reclamó ayer al Gobierno que elija, porque «los dos no pueden ser».

Pero el Gobierno no elige, al menos ahora. «Nunca ha habido un momento más adecuado para ponernos de acuerdo. Es ahora o nunca. Tenemos que explorar todas las opciones posibles. No es el momento de los vetos cruzados. Lo fundamental es saber qué queremos para los próximos años, más que quién ha puesto una propuesta encima de la mesa», señaló tras el Consejo de Ministros la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero.

LA «UNIDAD» / «Tenemos un acuerdo estable, firmado con los grupos que permitieron la investidura. Pero el momento obliga a abrir la negociación al conjunto de las fuerzas políticas», continuó la también ministra de Hacienda. Preguntada sobre si prefería a Cs o a ERC, Montero eludió contestar en un par de ocasiones. «Lo importante es que estemos de acuerdo en las medidas con unas cuentas de unidad, que contribuyan a la reconstrucción», insistió.

La portavoz, no obstante, hizo guiños a republicanos y liberales. A los primeros, reiterando que la mesa sobre el «conflicto político» en Cataluña, pactada a cambio de la abstención de ERC en la investidura del presidente Pedro Sánchez, se reunirá el próximo mes. Pero no puso fecha, pese a que el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, pidió el lunes que la cita se celebrase antes del 15 de julio. Tampoco fijó el lugar, a pesar de que en el anterior encuentro, en enero, Sánchez se comprometió a que el encentro sería en Barcelona.

EL AVISO / En un mensaje dirigido tanto a Ciudadanos como a Podemos, la portavoz Montero dejó claro que lo pactado entre Sánchez e Iglesias tiene que «adaptarse» a las «circunstancias» actuales, no previstas cuando se firmó el acuerdo. «Hay que modular la hoja de ruta para adecuarla a la situación», explicó la portavoz.

«No es que el Gobierno vaya a modificar ese acuerdo. No. Ese acuerdo impregna todas las acciones del Gobierno -continuó-. Habrá que escoger de toda esa batería de medidas aquellas que más contribuyen a la reconstrucción».

Según fuentes de la Moncloa, probablemente habrá que aparcar algunas iniciativas de gastos incluidas en el acuerdo, y no tanto las fiscales, debido al enorme esfuerzo que se ha hecho en este campo desde que llegó el covid-19 a España.

El Ejecutivo de coalición aprobó ayer el ya anunciado fondo no reembolsable para las autonomías, dotado de 16.000 millones de euros. Y ha habido otras iniciativas incluidas tambiénn en dicho texto que firmaron Sánchez y el líder de Podemos Pablo Iglesias que estaban pensadas para más adelante, pero que se han adelantado, como el ingreso mínimo vital.