El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, defendieron este sábado la necesidad de encontrar un "sistema de reparto justo" de los inmigrantes que llegan a la Unión Europea y que tienen derecho a quedarse, puesto que se trata de un "desafío común para todos" los países por la libre circulación de personas. La solución, sentenció la alemana, "no puede defender de la ubicación geográfica de un determinado país".

Sánchez y Merkel hicieron estas declaraciones en una rueda de prensa conjunta ofrecida en el Palacio de los Guzmanes, sede de la Fundación Casa Medina Sidonia en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), donde mantuvieron un almuerzo de trabajo de dos horas de duración y coincidieron en la necesidad de afrontar "juntos" el desafío de la inmigración y expresaron que comparten un"enfoque común" de este problema al que pretenden ofrecer soluciones en el Consejo Europeo que los líderes comunitarios celebrarán en septiembre en Salzburgo.

Sánchez reconoció el liderazgo de Alemania dentro de la UE y subrayó en varias ocasiones que España y Europa "necesitan" su respaldo para afrontar el complejo problema de la inmigración rechazando "el oportunismo de quienes proponen el retorno a las soluciones fracasadas".

El presidente español reclamó una "visión de conjunto" dado que la inmigración"afecta y encumbe" a todo el continente, si bien resaltó que España es uno de los países más damnificados porque sólo le separan 14 kilómetros del norte de África.

Sánchez apostó por afrontar la inmigración "on una visión de conjunto" dentro de la UE, intensificando el diálogo con los países de origen y teniendo presente a Marruecos por ser "uno de los principales socios y también está sufriendo la presión migratoria como país de tránsito".

Merkel coincidió en la conveniencia de "intensificar la colaboración con Marruecos" pero también con Túnez, como países de tránsito desde los que los inmigrantes africanos intentan dar el salto a Europa cruzando el mar Mediterráneo.