Pedro Sánchez ha logrado sacar adelante este mediodía el primer trámite de los Presupuestos Generales del 2021. Los diputados han votado las enmiendas a la totalidad que han presentado los grupos de PP, Vox, JxCat, Coalición Canaria, Foro Asturias y BNG y no han logrado tumbar las cuentas. El jefe del Ejecutivo podrá seguir tramitando las cuentas del próximo año gracias al respaldo que le han dado los partidos que le ayudaron en su investidura, entre ellos ERC y EH Bildu, y también Ciudadanos. El resultado de la votación ha sido: 150 votos a favor de las enmiendas, 198 en contra y ninguna abstención.

El partido de Inés Arrimadas no ha querido sumarse a los grupos que querían devolver los Presupuestos, porque confía en que Sánchez finalmente coja su mano "moderada" y abandone a los republicanos y a los aberzales. Algo imposible vista la presión que Podemos, socio del Gobierno de coalición, ERC y Bildu están decididos a hacer para mantener el "bloque de la investidura" y el espíritu de izquierdas en las políticas que se aprueben desde la Moncloa.

El debate de estos dos días en la Cámara baja ha estado monopolizado por ese intento de sacar a Ciudadanos de la ecuación y también por la irritación provocada en la oposición de derechas el 'sí' a los Presupuestos que el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, anunció el miércoles cuando justo empezaba la primera sesión en el Congreso.

Tras la votación, el presidente del PP, Pablo Casado, ha lamentado el resultado de la votación porque estas cuentas son un "despilfarro" y provocarán un elevado déficit, como le ocurrió al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Casado ha lamentado que Bildu se haya convertido en un "socio prioritario" para Sánchez, al que ha acusado de "pagarles" con el "acercamiento de presos etarras". También ha censurado que haya "excluido el español como lengua vehicular" tras la negociación con ERC y plantee "una subida masiva de impuestos a las clases medias y trabajadoras" para contentar a sus "socios radicales de Podemos".