El Gobierno plantea rescatar de los fallidos Presupuestos Generales del Estado un paquete de medidas para mejorar la protección social de trabajadores y receptores de ayudas vinculadas a la dependencia. Así consta en un borrador de real decreto ley que ha hecho llegar a sindicatos y patronales y al que ha tenido acceso este diaro. Este es uno de los proyectos, junto con la contrarreforma laboral o la recuperación de los subsidios para parados mayores de 52 años que el PSOE estudia llevar al Consejo de Ministros de este próximo viernes 1 de marzo, el último antes de la disolución de las Cortes.

La propuesta del Gobierno es costear las cuotas de la Seguridad Social de cuidadores no profesionales de personas en situación de dependencia, a cargo de las cuentas de la Tesorería de la Seguridad Social. Esta medida estaba contemplada inicialmente en el proyecto de presupuestos generales del Estado, con un cargo de 300 millones de euros y calculaba beneficiar a 180.000 personas. Las medidas que trasladó el Ejecutivo a los agentes sociales también contemplan bonificar las cuotas de los trabajadores autónomos en incapacidad temporal, incrementar la estabilidad laboral de los trabajadores agrícolas o subir las cuantías mínimas de las pensiones de incapacidad permanente por enfermedad para menores de 60 años.

TRES BORRADORES / El Gobierno tiene ahora mismo en su cajón hasta tres borradores de real decreto que espera poder llevar este viernes al Consejo de Ministros. Uno contiene la recuperación del subsidio para parados mayores de 52 años, algo que ya hizo público el propio presidente Pedro Sánchez hace una semana. Otro, según trasladan fuentes presentes en las negociaciones, es una ley ómnibus que agrupa varios de los temas que le han quedado pendientes a la legislatura, como las pensiones o los alquileres. Y el tercero es el de la contrarreforma laboral, con la ultraactividad, la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa, el control obligatorio de jornada y la reforma de la subcontratación. Es en las dos primeras cuestiones donde más abierto está el debate y donde en la reunión del martes deberá concretar el Ejecutivo.

Ese es el esquema que trasladan desde sindicatos y patronal, sin que el Gobierno confirme o desmienta, aunque los detalles pueden saltar de un real decreto a otro. Es decir, algunos aspectos de la derogación parcial de la reforma laboral se podrían vehicular finalmente en el real decreto de los subsidios a desempleados. Y eso es lo que precisamente inquieta a los sindicatos, pues un real decreto ley es como el refrán de las lentejas: «o las tomas o las dejas», no permite matices.

Y esos matices también se discuten esta semana en los pasillos del Congreso. «No votaremos a favor de nada sobre lo que no estemos íntegramente de acuerdo», afirman desde el PNV, una de las fuerzas claves para el pacto y que actualmente dice no disponer de ningún borrador sobre el que opinar. Y uno de los puntos clave que van a exigir los vascos es la prevalencia del convenio sectorial, según confirman. Un elemento que no entusiasma tanto a sus homólogos del PDECat, con los que los socialistas sí mantienen un fluido intercambio de propuestas, esperando atraer así al PNV.

La falta de actividad negociadora también la acusan desde ERC y Unidos Podemos. «Da la impresión de que más que pendientes de conseguir apoyos entre todos para sacar adelante la corrección de la reforma laboral se esté pensando en quién tiene la culpa de que no se vaya a modificar», alertó ayer el líder de CCOO, Unai Sordo, alegando el episodio del Pacto de Toledo.