Pedro Sánchez y el nuevo presidente del PP, Pablo Casado, afrontan su primera entrevista oficial en el Palacio de la Moncloa con voluntad de llegar a acuerdos en los principales asuntos de Estado. Sin embargo llegan a esta cita con posiciones distantes en asuntos como Catalunya o la inmigración.

A nadie se le escapa que la cita también implica el reconocimiento de Casado como líder de la oposición, frente a un auge de Albert Rivera que viene preocupando al PSOE desde hace medio añoespecialmente desde que el liberal fue primera fuerza en Catalunya. La distancia entre la versión oficial y la arena política se hace evidente. Este mismo jueves, a escasas horas del encuentro, la ministra de Defensa, Margarita Robles ha cargado contra el jefe del partido conservador por su discurso sobre la inmigración. "A parte de mostrar desconocimiento de la realidad, demuestra que no está preparado para gobernar ni para asumir políticas de Estado", ha señalado en la Cadena Ser.

Pese a la escalada de declaraciones, fuentes oficiales del Gobierno indican que Sánchez espera que la cita transcurra en un clima de cordialidad y confía en que la llegada de un nuevo líder de la oposición suponga también un nuevo tiempo de acuerdos y entendimientos.

Sánchez le recordará a Casado que el PSOE ejerció una oposición leal y responsable en asuntos de Estado, muy especialmente en lo relativo a Catalunya en los últimos meses, así que espera que el PP también lo haga ahora que está en la oposición.

El PSOE respaldó al Gobierno en la aplicación del artículo 155 el pasado mes de octubre, y ahora espera que el PP apoye la normalidad institucional que, a su juicio, se abre con la convocatoria de la comisión bilateral Estado-Generalitat reunida este jueves en Barcelona por primera vez en siete años.

Cinco asuntos

Catalunya será uno de los cinco asuntos en los que Sánchez ofrecerá al PP acuerdos de Estado. Los otros cuatro son la política de gestión de las migraciones, la acción en la Unión Europea, la violencia de género y las infraestructuras como herramienta vertebradora de la cohesión de España.

De la misma manera, Casado propondrá al jefe del Ejecutivo la necesidad de que PP y PSOE, en las cuestiones importantes para España como inmigración, política económica o política territorial, dialoguen e intenten mantener posiciones "comunes", siempre "dentro de la responsabilidad".

"Sin buenismo"

Sin embargo, las posiciones están lejos. En materia de inmigración, Casado, que en la víspera de la reunión visitó Algeciras (Cádiz) y Ceuta, ha avanzado que planteará a Sánchez la necesidad de que haya una política "eficaz, sin demagogia y sin buenismos". A su entender, hay que apostar por un "plan Marshall en África para impulsar la cooperación con los países de origen".

El presidente del PP considera que no es posible que haya "papeles para todos". De hecho, sus palabras en este sentido han provocado un alud de críticas desde formaciones de izquierda, que le comparan con líderes de la ultraderecha europea como el viceprimer ministro italiano Mateo Salvini, y hasta de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.

El Gobierno no ha hablado en ningún momento de "papeles para todos" y rechaza de plano que la primera decisión de Sánchez, acoger en España el buque Aquarius, al que Italia había cerrado sus puertos, haya supuesto un 'efecto llamada'. Sánchez quiere que la UE se tome la gestión de las fronteras como una política verdaderamente europea, y cooperar con los países de origen y tránsito.

Frente al independentismo

En política territorial, Casado propondrá a Sánchez un reforzamiento institucional frente al independentismo. El PP quiere llevar al Congreso una proposición de ley para modificar el Código Penal e introducir de nuevo dos tipos penales: el de sedición impropia y el de convocatoria de un referéndum ilegal, suprimidos por el PSOE en 1995 y 2010 respectivamente.

El líder del PP ha criticado que Sánchez se reuniera hace dos semanas con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, cuando éste había anunciado que no renunciaría al derecho de autodeterminación. Por eso, ya ha avanzado que exigirá la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña si el Gobierno del PSOE sigue manteniendo una posición "tan ambigua" frente a los independentistas.

En esta reunión en Moncloa, Casado pedirá también al presidente del Gobierno que "no haya ningún tipo de acercamiento de presos etarras a las cárceles del País Vasco". Otro asunto que llevará al encuentro será la política económica y los compromisos internacionales que tiene que cumplir España en la senda de déficit, techo de gasto y política fiscal, según adelantó él mismo este miércoles desde Algeciras.