El líder del PSOE Pedro Sánchez ha protagonizado en Barcelona uno de los actos más multitudinarios de su campaña electoral cara al 28-A. Unas 4.000 personas han llenado el pabellón de la Vall d'Hebrón de la capital catalana, donde Sánchez ha pedido el voto a los ciudadanos que dudan entre el PSOE y Unidas Podemos, entre el PSOE y Ciudadanos, o que se plantean la abstención. El presidente del Gobierno ha defendido la aplicación en el 2017 del artículo 155 y ha fijado de nuevo su límite al independentismo. "No es no, nunca es nunca", ha proclamado respecto a la independencia o la "quiebra de la Constitución", logrando una de las mayores ovaciones del público.

La intervención de Sánchez se ha centrado en un mensaje: concentrar el voto en el PSOE para logar no sólo la victoria el 28-Asino una mayoría amplia para lograr un Gobierno estable. Y por vez primera se ha dirigido abiertamente a los votantes de Unidas Podemos para pedirles que apoyen al PSOE bajo la idea de la necesidad de vencer a las tres opciones de la derecha. También reclamó el apoyo a quien no ha votado nunca al partido socialistas, y lo hizo con la bandera de la "seriedad, solvencia y moderación".

Sus críticas a Ciudadanos han sido especialmente contundentes, como cuando dijo de Albert Rivera que "se mueve mucho, empezó en la socialdemocracia, de ahí al centro, a la derecha y la ultra derecha; debe tener un armario tan amplio para tener todas las chaquetas que se ha cambiado". Del líder del PP ha cuestionado que represente una regeneración de los populares: "Quiere involucionar 40 años y esto es muy serio".

Sin novedad sobre Cataluña

Sus referencias al conflicto catalán han sido escasas y sin concreción de ninguna propuesta, más allá de abrirse al diálogo "en el marco de la Constitución". Sánchez, en respuesta al mensaje de los partidos de derechas que le acusan de estar al servicio del independentismo, ha proclamado: "Me di a conocer por el 'no es no', a ellos les digo y a los catalanes, nunca es nunca, no va a haber referéndum, no va a haber independencia ni se va a permitir la quiebra de la Constitución". Frent a las críticas de la derecha a sus cesiones al soberanismo ha defendido el apoyo que dio desde la oposición la aplicación del 155 en su día "para defender el Estatuto de autonomía, la Constitución y la soberanía nacional".

Poco más aportó en este terreno la candidata por Barcelona y ministra, Meritxell Batet, que hizo una breve referencia a "reforzar el autogobierno" y pidió el voto para "vencer también a los independentistas", a quienes también criticó el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, por haber tumbado el proyecto de presupuestos del Estado del Gobierno de Sánchez. "Una gente que dice no a cosas tan buenas para nuestro país no merece representarlo", dijo sobre el Govern. Collboni, candidato a la alcaldía de Barcelona, ha cargado contra la alcaldesa Ada Colau acusándola de "incompetencia" y de poner Barcelona al servicio del independentismo y ha afirmado que "no hay nada de izquierdas en la causa del independentismo".