Pedro Sánchez cree que Europa, y en particular los países más afectados por la crisis del coronavirus durante los últimos meses, no puede permitirse alargar la negociación sobre los fondos de reconstrucción. "Julio tiene que ser el mes del acuerdo", ha señalado el presidente del Gobierno este lunes en Lisboa, donde se ha reunido con el primer ministro portugués, António Costa.

La visita se entronca dentro de los esfuerzos de Sánchez ante el crucial Consejo Europeo de los próximos 17 y 18 de julio, donde se intentará aprobar los fondos de reconstrucción tras la pandemia. El futuro de España pasa por esta iniciativa. Al país, según la propuesta original de la Comisión, le corresponden 140.000 millones de euros de un total de 750.000 millones (500.000 en subvenciones y 250.000 en préstamos), pero todavía no hay consenso entre los estados miembros sobre extremos tan importantes como las condiciones para recibir esas ayudas y la supervisión de lo que cada uno hace con ese dinero.

El Gobierno español asegura que hay sintonía con Francia, Italia y Alemania. Pero otros países, denominados "frugales", piden requisitos estrictos para el gasto de los fondos y también, casi más importante, que todo reparto deba ser aprobado en el Consejo Europeo por unanimidad. En la práctica, una medida así significaría que cada país tendría derecho de veto, algo que en la Moncloa consideran que provocaría la parálisis de todo ese dinero. También está en discusión el horizonte temporal de estos fondos. España y la mayoría de países creen que debe ser de cuatro años; los "frugales", de dos.

LAS REUNIONES

De ahí que Sánchez se vuelque estos días en lograr un acuerdo que beneficie a los intereses de España. Junto a su encuentro con Costa, cuya posición es similar, el presidente se verá el miércoles en Madrid con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y prevé reunirse la próxima semana con los primeros ministros de Suecia y Holanda, integrantes, junto a Austria y Dinamarca, del grupo de los "frugales", muy reticentes al fondo tal y como lo plantea la Comisión. Además, el próximo 16 de julio, durante el homenaje en Madrid por las víctimas del coronavirus, Sánchez se verá con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y con la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen. El pasado martes, durante la cumbre del Sahel en Mauritania, el jefe del Ejecutivo también abordó la negociación con el presidente francés, Emmanuel Macron.

En un mensaje muy similar al que lanza a los partidos españoles, Sánchez ha defendido la necesidad de que haya consenso sobre los fondos. "La unidad salva vidas, empresas y empleo. Sé que va a ser una negociación difícil", ha dicho el presidente. "Es imprescindible que Europa no malgaste más tiempo y dé una respuesta robusta y común a la crisis del coronavirus", ha añadido Costa durante una comparecencia conjunta.

Según Sánchez, la "envergadura" del fondo tiene que ser "como mínimo" de 750.000 millones de euros, la mayoría en transferencias y no préstamos, y el tiempo ha de ser "suficientemente amplio". Es decir, cuatro años. En cuanto a los requisitos, el líder socialista ha rechazado que esta lluvia de millones deba ir ligada a la aprobación de ajustes. "La condicionalidad tiene que estar vinculada a la transición ecológica, la transición digital, la capacitación de nuestro capital humano. La tarea de todos ahora mismo tiene que ser el crecimiento económico y la creación de empleo. No es el momento de mezclarlo con otra serie de políticas", ha añadido.

LA CANDIDATURA

No es esta la única negociación dentro de la UE que ocupa al Gobierno español. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, opta a presidir el Eurogrupo, el órgano informal en el que los ministros de la zona euro abordan los debates sobre la moneda única. La votación se producirá el 9 de julio, el jueves de esta semana, y Calviño, que cuenta con el visto bueno de Alemania, tiene como contrincantes al irlandés Paschal Donohoe y el luxemburgués Pierre Gramegna. Pero Sánchez se ha mostrado confiado en las opciones de la vicepresidenta, que no renunciará a su puesto en el Ejecutivo español si resulta elegida. "Entramos en la semana decisiva. Soy razonablemente optimista, debido a la respuesta que estamos obteniendo por el resto de países, tanto socialdemócratas como conservadores", ha dicho el presidente.