La princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein ha vuelto a irrumpir en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. Esta vez las preguntas a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, han sido en torno a la supuesta residencia que Corinna, amiga del rey Juan Carlos, ocupó en Madrid. Según algunas informaciones publicadas en los últimos días, esta empresaria alemana vivió en la finca La Angorrilla, en el monte del Pardo, muy cerca del Palacio de la Zarzuela largas temporadas durante casi cinco años.

Santamaría ha asegurado que ni el Gobierno ni el CNI pueden aportar información sobre esa finca porque la usa "el jefe del Estado". La vicepresidenta ha explicado que Patrimonio Nacional, el organismo público que custodia los bienes de titularidad estatal al servicio de la familia real, distingue dos tipos de bienes: los que dependen solo de la jefatura del Estado y los que comparte con el Gobierno y son de acceso al público o incluso se pueden alquilar. En este caso, La Angorrilla se encuentra en el primer grupo, por lo que el Ejecutivo "no tiene por qué tener datos de lo que hace la jefatura del Estado" en esas instalaciones. El director del CNI, Félix Sanz Roldán, ha añadido la vicepresidenta tampoco podrá informar sobre este tema en la comparecencia que tiene prevista para dentro de unos días en la comisión de gastos reservados del Congreso de los Diputados.

Preguntada la Zarzuela sobre este asunto, un portavoz oficial ha respondido que la Casa del Rey "no comenta estos temas". Esta fuente no ha querido responder si la princesa Corinna ha vivido en La Angorrilla ni tampoco si se han hecho obras en los últimos años a cargo de Patrimonio.

Según El Confidencial, la Casa del Rey pagó "con fondos públicos las obras de mejora y reforma de la finca", en la que Corinna ha pasado largas temporadas con uno de sus hijos. Esta página web asegura que la rehabilitación fue financiada "en gran parte con cargo a los presupuestos de Patrimonio Nacional".

La lujosa vivienda se levanta sobre una antigua casa forestal situada en el monte de El Pardo de Madrid, en una zona vigilada y de acceso restringido, y su rehabilitación fue financiada en gran parte con cargo a los presupuestos de Patrimonio Nacional.