La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha dicho hoy al PSOE que el mantenimiento de la paz social es "responsabilidad de todos", como también lo es "la defensa de la democracia y el respeto a las instituciones".

En la sesión de control al Gobierno del pleno del Congreso y en respuesta a la portavoz parlamentaria socialista, Soraya Rodríguez, que ha preguntado cómo evalúa el Ejecutivo el mantenimiento de un clima de paz social, Sáenz de Santamaría ha confiado en que los socialistas tengan claro que la democracia "no tiene alternativa".

Rodríguez, por su parte, ha constatado el "enorme fracaso" de las políticas de recorte del Gobierno, al que ha acusado de ofender a los ciudadanos que más sufren las consecuencias de esos ajustes.

Un Gobierno democrático que exige respeto debe respetar primero a los ciudadanos, según ha argumentado, y ha señalado en este contexto que no se pueden admitir "declaraciones dañinas para la democracia", que extienden la crítica generalizada contra todos los que ejercen la función de representatividad democrática.

"Yo misma rechazo que se me puedan imputar declaraciones que me repugnan", ha añadido.

Para ilustrar sus palabras se ha referido a las reflexiones de la semana pasada de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y ha considerado "inadmisible" que hablara de movilidad exterior para referirse "al drama de la inmigración".

Del mismo modo, se ha quejado de que el diputado del PP Vicente Martínez Pujalte opinara que algunas personas quieren que se apruebe la dación en pago para comprarse otra vivienda en condiciones más ventajosas o que la secretaria general de ese partido y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, comparara los escraches con los regímenes totalitarios y genocidas.

"No lo olviden -ha agregado-, los ciudadanos a los que ofenden son los que más sufren las consecuencias de sus políticas".

La portavoz socialista ha ofrecido a la vicepresidenta la posibilidad de elegir en su respuesta entre dos alternativas: pedir perdón a la ciudadanía en nombre del Gobierno y del PP o hablar del pasado "cobardemente, como hace siempre, con las mismas frases".

Sáenz de Santamaría ha rechazado esas críticas y ha dejado claro que "sólo hay un motivo" por el que los socialistas puedan conocer mejor los problemas que el Ejecutivo y es que están "en el origen" de los mismos, "los han creado y no fueron capaces ni de solucionarlos ni tan siquiera de reconocerlos".

Ha puesto de ejemplo el caso de las participaciones preferentes y ha recordado que la mayor parte se vendió entre 2005 y 2010, cuando gobernaba el PSOE y el actual líder del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, "decía que era una banca bien supervisada".

También ha mencionado los desahucios, ha dicho que el 90 por ciento de los mismos se produjo entre 2009 y 2011, cuando los socialistas "votaban en contra de todo lo que proponen ahora y ahora se oponen a todo lo que propone el Gobierno".

Sea como sea, Sáenz de Santamaría ha insistido en que el Ejecutivo trabaja repartiendo las cargas entre aquellos que pueden hacer más esfuerzos, con progresividad fiscal, y tratando de mantener los servicios básicos del Estado del bienestar.

"Y no es fácil con el déficit oculto que nos han dejado", ha constatado para replicar los reproches anteriores de Rodríguez, quien ha exhibido los datos de Eurostat para sostener que el 2012 cerró "con mucho más déficit" del que había cuando el PP llegó a la Moncloa.