La principal beneficiada hasta ahora de la nueva etapa de diálogo emprendida por el PP tras perder la mayoría absoluta es, sin duda, la cuenta de resultados del AVE. Las idas y venidas de la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, podrían arreglar los números de la empresa, en el caso de que lo necesiten. "Solo le falta conocer la historia de 'Els Pastorets', ha dicho Xavier García Albiolen funciones de anfitrión. Y es que este sábado, además, Sáenz de Sanatamaría ha venido acompañada de los miembros del equipo que prepara la ponencia territorial cara al congreso popular de febrero, liderado por el incombustible Javier Arenas. De la intervención de la vicepresidenta, la vaga promesa de que estudiará las 45 reivindicaciones concretas que Artur Mas, primero con 23, y Carles Puigdemont, con tras 23, trasladaron en sendas reuniones a Mariano Rajoy. La 46, el referéndum, ni hablar.

Sáenz de Santamaría incluso se ha lanzado y ha afirmado que va estudiar no solo esas 45, “sino muchas más, porque cuando vengo a Barcelona y hablo con los catalanes me piden muchas más cosas. En Universidades, en I+D, en cultura. Sabemos escuchar y acordar”, ha aseverado.

De fondo, la necesidad del PP de que cuaje en el electorado catalán que el Gobierno no es un cuerpo ajeno, sino algo propio. Y para ello, la vicepresidenta tuvo que acudir a una serie de afirmaciones obvias, cuya sola mención dan que pensar: “Somos un Estado democrático y de derecho. Somos también el Gobierno de los catalanes porque ellos también nos han votado. Somos también sus interlocutores. Y vamos a estar aquí”.

El motivo por el que pasa página del referéndum es ya conocido. Supera las competencias del propio Gobierno, y evidentemente del Parlament, por cuanto la soberanía recae en todos los españoles. “El punto 46 no forma parte del mandato democrático, ni del Gobierno ni de la CUP”, ha dicho la vicepresidenta para dar a entender que el Ejecutivo tiene la misma legitimidad, ninguna, que los anticapitalistas para hacer posible la consulta vinculante.

PAGOS A PROVEEDORES

En lo que es un guion varias veces establecido en intervenciones de dirigentes populares, Saénz de Sanatamaría ha dado un repaso, también a los pagos hechos por el Gobierno a proveedores catalanes. “Desde el 2012”, año de inicio del proceso y de la legislatura de la mayoría absoluta del PP, “el Ejecutivo ha aportado 60.000 millones a Cataluña, el 60% de los cuales se han destinado a sanidad. Esto es el Estado de las autonomías, la mutualización de los problemas”, ha exclamado.

Y ha ido más allá. De la exención del pago de intereses del Fondo de Liquidez Autonómica (donde el Estado se aplicaba un diferencial a favor entre el coste del dinero del Banco Central Europeo y el que le cobraba a las autonomías), la vicepresidenta ha aseverado que Cataluña se ha ahorrado 16.000 millones. “Esto permite gestionar”, ha concluido.

“Somos uno de los estados más descentralizados del mundo” ha señalado antes de desvelar que esa gran descentralización, según ella, hizo levantar dudas sobre “la viabilidad de la economía española” en la Unión Europea. Ahora ha cambiado todo, al menos a tenor de lo expresado por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo -también presente- que ha dejado grabado que “la mayoría de países europeos se fijan en la política económica de España para imitarla”.