El nuevo presidente del PP, Pablo Casado, y su contrincante finalista en las primarias, Soraya Sáenz de Santamaría, están reunidos en un despacho del Congreso de los Diputados para intentar avanzar en la “integración” y la “unidad” de la organización, algo a lo que ambos se comprometieron en campaña.

Antes de que empezara la reunión, sobre las diez y media de esta mañana, la exvicepresidenta ha asegurado que, pese a la derrota, no tira la toalla y quiere seguir trabajando por el partido. “Yo voy a seguir en política sin necesidad de puesto de por medio. Voy a trabajar por las soluciones. Nunca he sido un problema para el partido y menos ahora”, ha declarado a la prensa cuando se le ha preguntado sobre si iba a pedir algún cargo en concreto.

“Le vengo a ofrecer lo mismo que le pedí en su día, que es unidad. No vengo a hablar de mí, yo voy a seguir en política, pero no necesito ningún puesto”, ha remarcado antes de señalar que le parece “importante” que “esa parte del partido” que no apoyó a Casado “pueda seguir haciendo política”. “Es lo que vengo a transmitirle”, ha apuntado.