José Luis Rodríguez Zapatero también se verá con Nicolas Sarkozy para hablar de la crisis. El líder francés, que ejerce como presidente de turno de la Unión Europea, llamó el domingo por la tarde a la Moncloa para invitarle a un almuerzo en el palacio del Elíseo el próximo viernes. Sarkozy hizo este gesto después de haber tenido conocimiento "por los medios de comunicación", según fuentes de la Moncloa, del "malestar" de Zapatero por haberle excluido de la reunión que celebró el sábado con los cuatro líderes de los países europeos que forman el G-8.

La semana pasada, el presidente español restó importancia a esa reunión que los líderes de Italia, Reino Unido, Francia y Alemania mantuvieron el fin de semana en París. De hecho, preguntado directamente, el pasado miércoles, sobre si tenía previsto reunirse con Sarkozy antes del Consejo Europeo del día 15 en Bruselas, el jefe del Ejecutivo dijo que no tenía ninguna previsión e insistió en que cualquier decisión había que tomarla en el seno de la Unión Europea (UE).

A LA ESPERA DE LUXEMBURGO "A mí me gusta siempre trabajar conforme al método comunitario, por tanto las propuestas que España tenga que compartir con la Unión Europea sobre iniciativas en el sistema financiero las haremos, como es lógico, dentro del cauce y del método comunitario", respondió el presidente.

Zapatero se refirió en concreto a la reunión de los ministros de la zona euro (el llamado Eurogrupo), que se citó ayer en Luxemburgo, y al encuentro de todos los titulares de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin), que se verán hoy en esa misma ciudad. Fuentes de la Moncloa explicaron ayer que Sarkozy quería reunirse con el presidente español la semana pasada, pero el jefe del Ejecutivo desechó la invitación, ya que quería esperar a las decisiones que se asumieran en Luxemburgo.

La iniciativa del jefe del Estado francés de convocar a los mandatarios de Alemania, Italia y Reino Unido en París no solo ha incomodado al Gobierno español. Sarkozy se está esforzando para compensar de alguna manera a los dirigentes excluidos de ese prestigioso miniclub.

Además de a Zapatero, Sarkozy verá esta semana al primer ministro polaco, Donald Tusk, y al portugués, Jose Sócrates. Ayer se reunió con el belga, Yves Leterme, y la semana pasada con el danés, Anders Fogh Rasmussen. Una agenda tupida que le servirá para preparar la cumbre de Bruselas del próximo día 15 pero, sobre todo, para evitar que los líderes lleguen molestos a la reunión por haber sido marginados el pasado sábado.