José Tomás, sastre del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, del secretario general del PP en esa comunidad, Ricardo Costa, y de otros dos imputados, confirmó ayer al magistrado José Flors, del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), que los trajes que le encargaron los pagó Pablo Crespo, la mano derecha de Francisco Correa, responsable de la trama vinculada al PP.

La declaración del sastre fue la más larga de las celebradas en el TSJCV, ya que se desarrolló en sesión de mañana y tarde. Sus explicaciones fueron "confusas, prolijas y difusas", según fuentes jurídicas. Tomás admitió que tenía un poco de lío sobre los trajes que compró cada uno de los imputados y defendió su testimonio asegurando que su declaración recogía la verdad.

A pesar de ello, incurrió en algunas contradicciones. En un momento de su declaración, señaló que Camps le había encargado varios trajes; en otro, confirmó que, cuando trabajaba en Milano, el presidente valenciano le devolvió cuatro trajes. Y puntualizó que durante esta etapa le envió dos americanas cuyas telas fueron elegidas por la mujer de Camps, Isabel Bas, tras recibir un muestrario. El dirigente popular se quedó las prendas y no las pagó, según la versión del sastre.

Asimismo, negó que los imputados hubieran pagado en efectivo su vestuario. Y confirmó que Crespo y Alvaro Pérez, el Bigotes, le pagaban las facturas. En concreto, relató que, en una ocasión, recibió una llamada de la secretaria de Costa para saber lo que debía su jefe y que quedaron en que el Bigotes le daría el dinero cuando viajara a Madrid.

El sastre comentó en su declaración que conoció al Bigotes porque era cliente de Milano. Y reveló la empresa de transporte que empleaba para mandar la ropa a Valencia. Sin embargo, no pudo aclarar con certeza el destino, ya que en unas ocasiones dijo que iban a los domicilios particulares y en otras, a la sede de la empresa que dirigía Pérez, Orange Market, vinculada a la trama corrupta.

Camps, Costa y los exaltos cargos también imputados Víctor Campos y Rafael Betoret han admitido que encargaron trajes a Tomás, pero que pagaron en efectivo y que no conservan las facturas.