No podía faltar una alusión a la ausencia del canciller alemán en el acto del viernes en Barcelona. No hizo falta que lo dijera nadie, el propio Gerhard Schröder se refirió a la dolencia que le impidió acompañar a su "amigo" José Luis Rodríguez Zapatero y al presidente francés, Jacques Chirac. "Pido disculpas, me hubiera gustado estar el viernes en Barcelona", empezó Schröder, que añadió: "La oposición no nos puede ganar, pero una gripe sí".

Entonces pasó al ataque. Aludió directamente a "los periodistas que han escrito en la prensa española" sobre su ausencia de Barcelona. "A los que han escrito que yo había traicionado a José Luis y no había venido a propósito, les deseo la misma gripe que pasé yo. Y no les deseo cosas peores porque soy un hombre pacífico". Varios diarios publicaron fotos de Schröder el viernes sonriendo en un acto en el norte de Alemania, horas antes de anular su viaje a España.