Diego Armando Estacio, el ecuatoriano de 18 años y segunda víctima del atentado etarra en Barajas, reposará hoy en su país natal. A las 9.35 horas de ayer, los equipos de rescate que llevan trabajando en la T-4 desde el pasado día 30 sacaron su cadáver. Habían pasado casi 32 horas desde que los bomberos lo localizaron en el interior de su coche, entre un amasijo de hierros. La muerte se produjo por "insuficiencia respiratoria", según la autopsia provisional.

Fueron los bomberos los que rescataron el cuerpo del interior del vehículo, un Renault Clio matrícula de Vitoria, propiedad del padre de Diego Armando. Los restos de Estacio fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense, donde se le efectuó la autopsia y posteriormente fue embalsamado. La asfixia, causa directa de la muerte, se pudo producir por inhalación de gases o por aplastamiento.

Los padres, hermana y novia del joven fallecido, que habían aguardado "llenos de angustia y desesperación" durante más de 150 horas el fatal desenlace, pidieron a las autoridades españolas repatriar cuanto antes el cadáver. A las 17.30 horas un Boeing 707 de la Fuerza Aérea Española partió de la base de Torrejón rumbo a Guayaquil. Unos 30 amigos y familiares, tres psicólogos y la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, viajaron junto al fallecido, que será enterrado hoy en Machala, su ciudad natal.

AGRADECIMIENTO EMOTIVO "Ya estamos tranquilos, pero igual de desesperados. Queremos verle", dijo el padre de la víctima, Wiston Estacio, al conocer el rescate del cuerpo. Tanto él como su esposa Jacqueline Sivisipa pidieron justicia y agradecieron la ayuda de todos, desde el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hasta los ciudadanos anónimos que improvisaron un altar con velas en el aeropuerto en memoria de Estacio y Carlos Alonso Palate, repatriado al pasado jueves.

"Yo quería que lo enterraran acá, porque vamos a volver a España a trabajar y me siento muy mal por saber que su cuerpo estará allí, pero la mamá y la hermana prefieren que se repatríe", afirmó el padre.

Hasta el momento, se han retirado más de 10.000 toneladas de escombros de las 40.000 que produjo la carga explosiva.