El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, defendió hoy que la reforma de las pensiones que ha pactado el Gobierno con los agentes sociales se ha hecho a tiempo y está pensada para resolver problemas estructurales y no coyunturales, porque el sistema no va a entrar en déficit.Granado participó en una jornada sobre la reforma de las pensiones organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), en la que también intervino la presidenta de la patronal de seguros Unespa, Pilar González de Frutos.Según el secretario de Estado de la Seguridad Social, el Gobierno estaba obligado a hacer la reforma para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones ante el reto del cambio demográfico.A su juicio, a pesar de las críticas, la reforma se ha hecho a tiempo y puso como ejemplo el que en 2002, cuando gobernaba el PP, se defendió en Bruselas que la reforma no debía estar lista antes de 2015.La reforma que ha pactado el Ejecutivo con los sindicatos CCOO y UGT y la patronal CEOE eleva, desde 2013 a 2027, la edad de jubilación a los 67 años y el período de cálculo de los actuales 15 a 25 años, entre otras medidas.El secretario de Estado explicó que la reforma no se podía basar sólo en aumentar los ingresos, sino en tener una mejor proporción de éstos con los gastos.Granado afirmó que, aunque todo el mundo daba por hecho que había que hacerla, poca gente pensaba que el Ejecutivo socialista iba a tener "fortaleza" para llevarla adelante.Al único que Granado excluyó de esa falta de convicción fue al actual ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, del que dijo que desde el primer día estaba seguro de que era posible el acuerdo con los agentes sociales.Antes de que hablase Granado la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, rechazó algunos aspectos de la reforma.De Frutos defendió que se utilice toda la vida laboral para calcular la pensión futura y que la revalorización de esta prestación no sólo se haga con el IPC, sino con la evolución de los ingresos de las personas activas.El que se tome como referencia toda la carrera de cotización beneficiará a las mujeres y a los denominados "trabajadores de cuello azul", que entran más tarde al mercado de trabajo, tienen una cualificación alta y una progresión salarial irregular, ya que suelen cambiar de trabajo y obtienen mejores retribuciones, según De Frutos.La también vicepresidenta de CEOE criticó de la reforma de pensiones el que hasta 2027 no se vaya a revisar si es necesario un nuevo desplazamiento de la edad legal de jubilación.En su opinión, cuanto antes se tenga en cuenta, de nuevo, el envejecimiento de la población, el cambio será menos traumático, por lo que emplazó al Gobierno a que no espere a 2027 para revisar si hay que ampliar de nuevo la edad de jubilación.Preguntado por este asunto, Octavio Granado consideró "muy discutible" que se quiera trazar el factor de sostenibilidad para los próximos 15 años, cuando como máximo se han utilizado períodos de entre "6-7 años".El secretario de Estado sostuvo que no se puede trazar con "estricta precisión" lo que va a pasar en 2027.La presidenta de Unespa también lamentó que no se haya aprovechado la reforma para aumentar la transparencia del sistema de la Seguridad Social, de tal forma que la gente sea consciente de cuál ha sido su aportación y lo que percibirá en el futuro.En su opinión, los cambios paramétricos introducidos (alargar la edad de jubilación o aumentar los años de cómputo) son necesarios, pero no suficientes, ni pueden entenderse como reformas estructurales.Para De Frutos, las modificaciones acometidas sólo sirven para "mover el calendario unos cuantos años más" respecto al reto demográfico.La propuesta, dijo, aplaza los problemas, pero no los soluciona completamente, ya que, en algunos puntos, lo conocido "es débil o inexistente", estimó la presidenta de Unespa.Asimismo, aprovechó para exigir al Gobierno una "verdadera" política de empleo, porque, dijo, sin puestos de trabajo no hay pensiones.La presidenta de Unespa defendió asimismo que se impulse el desarrollo de los sistemas complementarios de pensiones, algo en lo que coincidió César Molinas, redactor de la propuesta de Fedea sobre pensiones.Molinas dijo que el sistema mixto actual de pensiones (formado por el público de reparto y el privado de capitalización, ya sea personal o de las empresas) tiene una "gran ventaja", ya que supone diversificar el riesgo en cuanto al futuro de las prestaciones.