Los familiares de seis militares fallecidos en el accidente del Yak-42 en mayo del 2003 pidieron ayer a la juez Teresa Palacios que les autorice a practicar pruebas de identificación antes de proceder a la exhumación de sus restos. Las autopsias han acreditado que los responsables del Ministerio de Defensa se equivocaron en la identificación de 30 de los 62 fallecidos.

Tras recibir estas solicitudes, la juez ha pedido un informe al fiscal del caso, Fernando Burgos. Sin embargo, todo indica que tanto Teresa Palacios como el fiscal no hablarán de las exhumaciones hasta que reciban el informe que la juez pidió al Ministerio de Defensa sobre el siniestro y los documentos sobre la identificación de los cadáveres. En el informe se constataba la existencia de catorce partes de queja elevados por mandos militares sobre deficiencias de los vuelos.