El Senado debatirá esta semana las enmiendas a la reforma laboral, donde destacan dos del PSOE, una referida a que el pago de parte del sueldo en especie no suponga merma del salario mínimo interprofesional (633 euros) y otra sobre posibles sanciones a parados que no sigan cursos de formación. El martes se reunirá en el Senado la ponencia encargada de dictaminar el proyecto de ley de la reforma y el miércoles la Comisión de Trabajo e Inmigración debatirá las propuestas de veto de ERC e ICV y las 289 enmiendas presentadas al proyecto de ley.

El PSOE ha presentado diez enmiendas entre cuyas principales novedades está una referida a que la percepción de parte del sueldo en especie no suponga la merma del salario mínimo interprofesional (SMI) que en 2010 se establece en 633 euros. Es decir, pide que la cuantía del SMI se perciba en efectivo, sin perjuicio de que las retribuciones que la superen puedan percibirse en dinero o en especie. Otra enmienda propone sancionar a los parados si rechazan acciones de formación en un tiempo menor al que actualmente determina el texto del decreto.

En el texto actual hay un párrafo que establece la voluntariedad del desempleado para asistir a cursos de formación durante los cien primeros días de percepción, y señala que: la no participación en los mismos "no conllevará efectos sancionadores". El PP por su parte, ha presentado 70 enmiendas, entre las que defiende mejorar la flexibilidad interna de las empresas, eliminar la discriminación entre los desempleados autónomos y los trabajadores por cuenta ajena, ampliar el contrato de fomento del empleo o impulsar la contratación estable.

De las 289 enmiendas, diez son del PSOE, 70 del PP; 46 de CiU; 40 de los senadores nacionalistas; 40 del grupo mixto y 83 de Entesa Catalana del Progrès. La Comisión de Trabajo del Congreso aprobó el pasado 29 de julio el proyecto de ley con la reforma con el único voto a favor del PSOE, en tanto que CiU y PNV se abstuvieron y PP y ERC-ICV-IU y el Grupo Mixto votaron en contra. Una de las enmiendas introducidas entonces al proyecto de ley establece que las empresas con pérdidas o que prevean tenerlas, o aquellas cuyos ingresos caigan de forma persistente, podrán despedir trabajadores.

El diputado del PNV Emilio Olabarria agradeció "las aproximaciones" del PSOE sobre las causas del despido objetivo aunque dijo que no sabía si la reforma era "buena, mala o regular" y el portavoz de CiU Carles Campuzano, no se mostró satisfecho porque "cuestiones fundamentales quedan aparcadas".

Aunque todos los grupos aprobaron en el Congreso enmiendas específicas ninguno aprobó la reforma en su conjunto. Ahora, en la Cámara Alta, si el PP vota en contra, la reforma del Gobierno dependerá de la decisión de CiU y PNV. Así, el Senado introducirá la semana que viene las modificaciones al texto que considere oportunas y posteriormente se remitirá al Congreso, donde, el 9 de septiembre, el pleno votará las enmiendas y, previsiblemente, se aprobará la reforma laboral de forma definitiva.