Con las encuestas a favor y un panorama económico que se antoja sumamente hostil para el Ejecutivo, el líder de la oposición --poco dado a entrar en suposiciones-- se prestó a imaginarse por unos instantes como presidente del Gobierno... "¿Cuáles serían las primeras medidas que adoptaría?", se le preguntó en rueda de prensa. Y Rajoy se lanzó. "Lo primero que haría, en el supuesto de que las elecciones se celebren en la primavera del 2012, sería presentar antes del verano un plan completo de medidas económicas, donde lo más urgente sería la reestructuración del sistema financiero", dijo.

Estuvo en esto especialmente insistente Rajoy, que recordó que el PP ha dado apoyo a las reformas que los socialistas han emprendido en este sentido. Pero alertó sobre la tardanza de su puesta en práctica. "Esto va muy lento.... por eso hay agencias de calificación que nos amenazan y no hay crédito", dijo. Pero además de hacer limpieza en el modelo bancario, el presidente Rajoy aprobaría una ley para fijar un techo de gasto a todas las administraciones del Estado, con el objetivo de evitar vertiginosos endeudamientos. Como el del alcalde de Madrid, por ejemplo.

Debate sobre nucleares

Una vez saneadas las finanzas y atadas en corto las comunidades y los ayuntamientos, Rajoy se pondría manos a la obra con la negociación colectiva (el PP es partidario de eximir a las pequeñas y medianas empresas de someterse a ese tipo de convenios) y daría luz verde a una reforma fiscal con incentivos para emprendedores. Además, aprovecharía su estancia en la Moncloa para aprobar una ley de unidad de mercado (el tema se ha convertido en una obsesión para el PP desde la entrada en vigor del Estatut) y buscaría acuerdos en el campo de la educación.

Y para culminar el paquete de reformas de urgencia, un Rajoy con las riendas del Ejecutivo abordaría "sin complejos de ideología" el debate en torno a la energía nuclear. "¿Abriría usted nuevas centrales?", se le planteó. A tanto no se atreve (todavía) el líder de los conservado- res, aunque afirmó que anunciar el cierre de Garoña ha sido un mal mensaje en plena crisis econó- mica. Es más, él se ha comprometido a dar marcha atrás a dicha decisión si gana y a repensar el mix energético para poder abaratar el precio de la tarifa eléctrica.

La reforma de pensiones

Por cierto: se mostró bastante condescendiente con el titular de Industria, Miguel Sebastián, y su polémica comparación entre un café y la subida de la luz. E incluso dijo seguir abierto a un acuerdo sobre energía con el PSOE. De hecho, ya de vuelta a su papel de jefe de la oposición, Rajoy afirmó que está dispuesto a ser constructivo en el 2011 y pactar: también en pensiones, aunque prefiere incentivar la prolongación de la edad de jubilación. "Se trata de que la factura que acabe dejando Zapatero a los españoles sea menos mala", concluyó.