Los dirigentes de Batasuna Arnaldo Otegi, Pernando Barrena y Juan José Petrikorena se negaron ayer a responder a las preguntas del juez instructor del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), de la Fiscalía y de la acusación particular, el Foro de Ermua. El TSJPV pretendía determinar si existen indicios de que la reunión que tuvieron con el lendakari, Juan José Ibarretxe, el pasado mes de abril fue un acto de desobediencia, al tratarse de una fuerza ilegalizada.

Su silencio perjudica al presidente vasco, que comparece hoy como imputado en la causa. Si el juez estima que Batasuna incurrió en "ilícito penal", a Ibarretxe se le consideraría "cooperador necesario" en ese delito.

La actitud de los dirigentes aberzales no contribuye a que el juez Roberto Saiz, de la Sala de lo Penal del TSJPV, cambie su valoración inicial, cuando estimó que había indicios de delito. Por ello, desestimó el archivo de la causa, como reclaman la Fiscalía y los abogados de la defensa. Por el contrario, Batasuna hace recaer sobre el lendakari la responsabilidad de argumentar que la reunión no fue un acto ilegal.

El PNV ha convocado a sus militantes a concentrarse hoy ante el tribunal bilbaíno, ante el que Ibarretxe comparecerá a primera hora de la mañana. Una delegación del Gobierno vasco se sumará a esta movilización, un acto más de protesta del Ejecutivo por la actitud del TSJPV.

Visto y no visto La comparecencia de los tres dirigentes de Batasuna fue veloz. En apenas 40 minutos terminaron un trámite para el que se calculaban cuatro horas y media. Bastaron unos minutos para decir que no iban a responder a ninguna pregunta, y se limitaron a confirmar que mantuvieron el encuentro con el lendakari, de la misma manera que se entrevistaron con otros partidos, "para buscar soluciones al conflicto".

Una vez en el exterior, Otegi afirmó que la controversia no es jurídica sino política, y opinó que su origen es la ley de partidos, "una legislación de excepción" creada por el PP y el PSOE "para ilegalizar a Batasuna". Incluso admitió que sería "previsible" que el juez decidiera continuar con la causa "porque el objetivo es criminalizar el diálogo".

El juez Saiz, además de la declaración de Ibarretxe, tendrá en cuenta las grabaciones solicitadas a varios medios de comunicación sobre la reunión de abril. Después, decidirá si archiva la causa o abre el juicio oral. Las penas a las que se enfrentarían los líderes de Batasuna oscilan entre los seis meses y el año de prisión, y en el caso del lendakari, entre los tres y los seis meses.

29 AÑOS PARA PAROTEl fiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo elevó ayer de 25 a 29 años de prisión la petición de pena para el etarra Henri Parot por enviar una carta en la que proponía a la banda que atentara contra "objetivos vitales" para forzar una negociación con el Gobierno. El fiscal elevó la solicitud al entender que no solo pertenece a la banda, delito por el que ya ha sido condenado, sino que es "dirigente" y "fija objetivos" a la cúpula de ETA. P. M.