A Pablo Casado se le está resistiendo un apoyo que podría ser clave en su batalla contra Soraya Sáenz de Santamaría para liderar el PP. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el único dirigente conservador que en estos momentos gobierna con una mayoría absoluta holgada una comunidad, un barón con ascendencia entre los populares de toda España, mantiene su silencio ante las primarias, sin decir públicamente si prefiere a Casado o a Santamaría.

Feijóo, al que numerosos dirigentes del PP consideran más próximo al diputado, no quiso dejar claro este miércoles si finalmente se pronunciará. Ante el interés de los periodistas, el presidente de la Xunta declaró que no cree positivo «presionar» a los compromisarios utilizando su «preeminencia» en el partido para decantar el sentido del voto, pero lo que sí va a hacer es enterarse de cuál es la opción que prefieren la «mayoría de los compromisarios» gallegos. «Me interesa saberlo porque es mi responsabilidad saber qué van a hacer», afirmó. ¿El viernes sabremos entonces qué votará usted?, le repreguntó una periodista. «El viernes sabremos lo que van a votar la mayoría de los compromisarios», respondió.

El dirigente autonómico es uno de los principales pesos pesados del PP que no se ha decantado por nadie. Tampoco lo había hecho hasta el pasado lunes Ana Pastor, presidenta del Congreso de los Diputados. Ese día, la comisión organizadora del congreso extraordinario (COC) la propuso como presidenta de la Mesa que dirigirá el cónclave, el viernes y sábado en Madrid, así que ya tiene vetado cualquier movimiento. A Pastor también se le considera una persona cercana a Casado o, mejor dicho, lejana a Santamaría, con la que, al igual que María Dolores de Cospedal, mantiene una enemistad de lustros.

Horas antes de las declaraciones de Feijóo, Casado declaró que el líder de la Xunta es una «referencia imprescindible» del partido. El diputado aseguró que, si gana, le acompañarán «los mejores» porque «hay que captar talento».

Ayer, José María Aznar logró el foco periodístico. En un acto en la Universidad de Málaga, dijo con sorna que él no va a hacer como su «sucesor en la Presidencia del Gobierno», el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que «se manifestó a favor» de la exnúmero dos de la Moncloa.

Además, ante los medios, Aznar se quejó de que no ha sido invitado al congreso extraordinario. «Solo he sido presidente del PP 14 años; del Gobierno, ocho años y diputado, 20 años», se lamentó. Fuentes de la comisión organizadora aseguraron que hay varias razones por las que han decidido «no llevar invitados», incluido Aznar, al cónclave: la primera, por «razones de espacio»; la segunda, porque ninguna de las candidaturas ha planteado que Aznar acuda; y la tercera, porque «el expresidente dijo que no se sentía militante de ningún partido».