La pregunta que más veces tendrán que responder Albert Rivera y los dirigentes de Ciudadanos hasta el 10 de noviembre en las próximas semanas será si mantendrán el veto a Pedro Sánchez o no. Después de las elecciones de abril, los naranjas (57 escaños) habrían podido sumar una mayoría absoluta holgada con los 123 escaños socialistas.

El miércoles se le planteó al líder de Ciudadanos y fue ambiguo: «Los españoles ya no quieren que cavemos trincheras», respondió. Sin embargo, Rivera mantuvo ese veto hasta el pasado lunes, cuando planteó una abstención técnica que para el PSOE y el PP tuvo más de tacticismo que de pragmatismo.

Ahora, la caída electoral que auguran todas las encuestas le obligará a hacer las candidaturas con más tiento que nunca, aunque fuentes de la dirección descartan «decisiones alarmistas», como podría ser cambiar al secretario general, José Manuel Villegas, cabeza de lista por Almería el 28 de abril, por otra plaza más segura.

También rechazan, esas mismas fuentes, más fichajes en los caladeros del PP y del PSOE como los de la primavera, cuando atrajeron a sus filas a políticos socialistas, como Joan Mesquida y Soraya Rodríguez; y populares, como Ángel Garrido y José Ramón Bauzá.