Adiferencia de lo sucedido en septiembre de 1998, cuando la tregua de ETA cogió por sorpresa al Gobierno y a los dos grandes partidos de España, en esta ocasión el terreno para el inicio del proceso de paz ya está abonado. En cuanto la banda terrorista anuncie el fin de la violencia, sindicatos, empresarios y otros colectivos vascos sacarán a la luz comunicados de apoyo a la búsqueda de un final dialogado del conflicto vasco. De ello se han cuidado tanto los socialistas vascos --con el conocimiento del Gobierno-- como la izquierda aberzale, empeñados todos en blindar el proceso de paz frente a los seguros embates del PP.

COMUNICADO PACTADO Donde más avanzada está la tarea es en el frente sindical. En un gesto sin precedentes, el secretario general del sindicato socialista UGT-Euskadi, Dámaso Casado, se reunió el 7 de febrero con su homólogo del aberzale LAB, el exdirigente de Herri Batasuna Rafael Díez Usabiaga. Ambos asumieron "el compromiso de explorar una aportación sindical" a la paz. El comunicado está ya pactado.

De todos modos, el objetivo de socialistas y aberzales es que la declaración sindical sea lo más unitaria posible. Con ese objetivo se han mantenido contactos con la central nacionalista ELA-STV. En principio, el líder de este sindicato afín al PNV, José Elorrieta, se inclina por sellar "acuerdos de mínimos" con LAB, pero reconoce que esa opción es "perfectamente compatible" con la firma de un texto conjunto de todos los sindicatos.

Aún más esperanzas deposita el Gobierno en el futuro pronunciamiento del empresariado vasco. Fuentes oficiales vaticinan que la Confederación Empresarial Vasca (Confebask) saludará también el inicio de un proceso de paz. La voz de los empresarios será de especial ayuda para neutralizar las críticas del PP.

Otro de los comunicados que ya están en marcha nació como una iniciativa de las diputadas de todos los partidos, salvo el PP, en los parlamentos vasco y navarro. Era una iniciativa destinada a ser difundida con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, pero ya se han adherido colectivos feministas.

Socialistas y aberzales aseguran que el presidente de la Conferencia Episcopal y obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, está dispuesto a colaborar con el proceso. La izquierda aberzale también se busca apoyos fuera de España, que conferirían más legitimidad al proceso y reforzarían el aislamiento del PP.