Desde círculos soberanistas se ha lanzado estos días un globo sonda con la propuesta de abrir los ayuntamientos el 6 de diciembre,Día de la Constitución, como acto de protesta y reivindicación independentista. Sin embargo, esa idea ha quedado, al menos este lunes, en un limbo, pues la CUP sí ve la iniciativa como "una buena opción", pero ERC y el PDC han evitado secundarla a pies juntillas. Ambos prevén la posibilidad de organizar algún acto para contraprogramar el 6-D, aunque no se mojan sobre qué opción es su preferida.

La idea avanzada por Nació Digital de abrir los ayuntamientos el Día de la Constitución, que vendría a ser una segunda parte de lo ocurrido el Doce de Octubre, ha sido recibida por ERC como una de las «muchísimas» propuestas que están sobre la mesa.

Sergi Sabrià, portavoz de los republicanos, ha subrayado que «no hay nada cerrado todavía», mientras que la coordinadora general del PDC, Marta Pascal, ha echado aún más agua alvino. Primero ha afirmado que su partido no está "por las grandes gesticulaciones y sí por encontrar un punto en común entre todos los electos para hacer una acción consensuada cuando toque» para visualizar la potencia del muncipalismo. Después ha alertado de que "no hay que tensar ni violentar a los funcionarios más de la cuenta", y finalmente ha pasado la pelota a la Associació de Municipis per la Independència (AMI) para que sea esta entidad la que se posicione, posiblemente el próximo viernes.

PRESIÓN A LOS ‘COMUNS’

De seguir finalmente adelante con esta propuesta, los independentistas la aprovecharían para meter presión a los comuns y buscar una pinza con ellos habida cuenta que siempre han dado por finiquitada la Constitución del 78. La pieza de caza mayor, por supuesto, el Ayuntamiento de Barcelona, cuyo primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, volvió a navegar sobre las aguas de la ambigüedad. Subrayó que la Carta Magna es un texto "moribundo" y que el 6-D "hay poco que celebrar", pero no ha dicho si el consistorio abrirá aquel día porque no han recibido ninguna propuesta formal. Xavier Domènech, líder de En Comú Podem en el Congreso, ha ampliado el foco y sostuvo que si ese plan se lleva adelante, el Parlament debería sumarse a los ayuntamientos. El de Badalona, núcleo de la polémica el 12-O, no tiene previsto en principio secundar la petición porque en esta ocasión no se ha hablado con los sindicatos.