La oposición coincidió en calificar el discurso de Miguel Sanz de "continuista". El portavoz socialista en la Cámara vasca, Roberto Jiménez, mostró su "incredulidad" por la oferta de diálogo del candidato y le advirtió de que deberá ganarse la confianza del PSN.

Más duros fueron los portavoces de Nafarroa Bai e Izquierda Unida. Maiorga Ramírez (Nafarroa Bai) acusó a UPN de querer "un nuevo proceso de crispación social que patrimonialice una única visión de Navarra". Ion Erro (IUN) cree que Sanz solo busca "ahondar la división entre grupos políticos para seguir confrontando a la sociedad".