Los socialistas vascos reconocieron ayer que les "desborda" la rabia contra el Partido Popular, pero aún así le tendieron la mano para "defender juntos" la paz. Este singular ofrecimiento lo formuló el secretario general del PSE en Vizcaya, José Antonio Pastor, durante el acto de apoyo de militantes y cargos a Patxi López y Rodolfo Ares por haber sido encausados a cuenta de su reunión con la ilegalizada Batasuna.

A pesar de que ni el secretario general del PSE ni su responsable de organización han recibido todavía el auto que notifica la admisión a trámite de las querellas que el Foro Ermua y el PP interpusieron contra ellos, la militancia socialista se volcó en arroparlos. La sala del palacio Euskalduna de Bilbao se quedó pequeña y fueron los secretarios generales de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya quienes quisieron aclarar que, al contrario que en el acto que el pasado sábado celebró el tripartito vasco en Gernika para apoyar al lendakari Juan José Ibarretxe, los socialistas no arremeten contra los jueces, sino que se limitan a reivindicar la inocencia de sus líderes.

El acto de respaldo se tornó en una demostración de ira contra el PP. "Indecente", "insensata", "indigna" e "intolerable" fueron algunos de los calificativos que Pastor puso a la actuación de los populares en todo lo concerniente al proceso de paz.

PERPLEJIDAD El socialista reconoció que las duras críticas al partido de Rajoy causan a veces cierta perplejidad entre los militantes del PSE, que escuchan a sus líderes censurar casi con más ardor la actitud del PP que la de ETA en contra el proceso de paz. Pastor justificó que, si de la banda se puede esperar lo peor, resulta "incompresible" que el PP se olvide ahora de que han llorado juntos a las víctimas.

También hubo un nuevo emplazamiento por parte del PSE a Batasuna para que abandone la "cerrazón" y dé los pasos necesarios hacia la legalidad.

Los socialistas eludieron cualquier alusión a los encuentros que mantienen los partidos vascos para buscar un preacuerdo sobre la mesa en la que deberán abordar el futuro del autogobierno. Sin embargo, el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, aseguró que durante las reuniones celebradas se ha producido ya una "aproximación" sobre el calendario y la metodología.

Imaz trasladó a Batasuna la responsabilidad de que no haya habido más avances y se quejó de que la formación radical siga pensando que "el primo de zumosol", en referencia a ETA, es el que tiene capacidad de influir sobre la marcha del diálogo. El nacionalista también aseguró que su partido seguirá dialogando con Batasuna "por encima de cualquier obstáculo", incluidos los de los jueces que "se dedican a hacer política", y no descartó que pueda darse un acuerdo antes de que acabe el año.

El líder peneuvista sugirió que en Batasuna existe "vértigo" a la hora de firmar acuerdos y, de hecho, les pidió "coraje y audacia" porque las posiciones "maximalistas", como las que exhiben por ejemplo en torno a la autodeterminación y la territorialidad, no permitirán consensos.

CAMPAÑA ABERZALE Batasuna se encuentra ahora inmersa en un proceso de explicación interna a sus seguidores acerca de la marcha del proceso y las negociaciones. Esta campaña divulgativa pretende mantener la cohesión y pulsar el ambiente que se respira en las bases, que en ocasiones han mostrado recelos hacia la actuación de sus dirigentes. No en vano el propio Otegi trató de tranquilizarles cuando, en el multitudinario acto que cerró la marcha por la autodeterminación el día 11 en Bilbao, subrayó que no firmarán ningún acuerdo que no contenga "los mínimos suficientes".