El anuncio que el sábado hizo el presidente del PP, Mariano Rajoy, sobre su propósito de revisar los "privilegios" de los parlamentarios en el cobro de las pensiones suscitó ayer las críticas de los socialistas, que lo tacharon de "populista" y "demagógico".

El secretario de Estado de Cooperación Territorial y azote de los conservadores, Gaspar Zarrías, recordó que el complemento en las pensiones de los diputados y senadores se aprobó en su día con el apoyo de todos los grupos para casos como el de Santiago Carrillo y otros políticos que habían estado en la clandestinidad y, por tanto, no habían podido cotizar (de ese privilegio se han beneficiado apenas unos 70 de los 3.600 parlamentarios que han ocupado un escaño en las Cortes desde 1978). Zarrías agregó que la cuantía total que se podría ahorrar si se suprime ese complemento "supone la mitad del sueldo" de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.

"Si quisieran de verdad ser austeros, las comunidades autónomas donde gobiernan no tendrían el nivel de endeudamiento que tienen", apuntó la portavoz del comité electoral del PSOE, Elena Valenciano, quien pidió al PP "coherencia" en sus propuestas y recordó que hace tan solo un mes el partido de Rajoy votó "lo contrario de lo que ahora reclama".

Valenciano lamentó la actitud del PP en los últimos meses. "En fin, ellos tan felices en su autobús sin echar una mano a nadie y lanzando cada mes una propuesta demagógica", concluyó.

La portavoz de UPD, Rosa Díez, también recordó que el PP votó hace un mes en contra de lo que criticó el sábado Rajoy, y puso en evidencia la "hipocresía" de socialistas y populares en este asunto. Díez alertó de que a ambos partidos se les va a ver "el plumero" mañana, en la votación en el Congreso de las propuestas sobre la limitación de los complementos.