La sociedad con la que la Princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein dice operar en su labor de consultoría, Apollonia Associates, está liquidada desde abril de 2012, según figura en los registros mercantiles del Reino Unido. La citada sociedad culminó el proceso de liquidación en abril de 2012, aunque la petición voluntaria de disolución se había producido con anterioridad, el 5 de diciembre de 2011.

Según los datos registrales, la Princesa Corinna figura como única accionista con el 100 por cien de las acciones y como directora de la sociedad, que fue creada en Reino Unido el uno de noviembre de 2005.

La citada empresa contaba además con un secretario llamado Richard Frederich Maxwell Cook, quien realiza el mismo trabajo de secretario societario de otras compañías, ha estado en cerca de 40, muchas de ellas ya disueltas. Entre las activas, hay varias relacionadas con el mundo del petróleo.

Apollonia Associates Limited cambió de nombre en dos ocasiones, en 2006 y en 2010, siendo el anterior Apollonia Ventures Limited. Los últimos datos sobre la contabilidad que figuran en el registro mercantil son de 2010 y arrojan un valor en libros negativo en 3.333 libras esterlinas. Las deudas con los acreedores sumaban 283.625 libras, frente a 187.135 libras depositadas en los bancos y 46.292 libras de las que era acreedora.

Según su propia página web, esta empresa era experta en gestionar las relaciones estratégicas para instituciones internacionales, gobiernos y grandes inversores individuales, con el objetivo de representarlos en lugares donde no tienen contacto directo con las instituciones relevantes, con el fin de maximizar los beneficios de sus intereses profesionales.

La Princesa Corinna ha asegurado en una entrevista con el diario El Mundo que ha prestado colaboración al Gobierno español, cuando éste se la ha pedido, de forma "delicada y confidencial" y ha precisado que se trataba de "asuntos clasificados" y "situaciones puntuales" que dice haber ayudado a "solucionar por el bien del país".

Según explica, su ayuda al Gobierno ha sido "gratis" pero precisa que le han pagado "algunas empresas privadas que querían expandirse globalmente".